Enero de 2023

Hay a quien le duele meter su preciosa trail por sitios complicados, rehuye cualquier complicación que pueda significar un golpe o una rayada, incluso evita hacer off-road. Creo que ir así en moto, con este sufrimiento, ha de ser muy desagradable y se pierde gran parte de lo que puede hacer con su moto.

Es normal que se note cuando una moto se usa por campo: piedras, raíces, polvo, barro, caídas… van dejando huellas, heridas de guerra. Pero, aun así, mantienen su belleza si están bien cuidadas. Esas cicatrices demuestran que quien las usa las disfruta, que para eso las compramos.

Llevo muchos años haciendo trail, metiéndome en sitios por los que no debería, oyendo el sonsonente del «esa moto no es para eso, la vas a destrozar»… pero hasta ahora no he destrozado ninguna. ¿Suerte?, no creo, estas motos son muy duras y SI están hechas para eso. Naturalmente, intento evitar estropearlas, pero se trata de disfrutar con ellas y si esto supone una rascada o algún golpe, mala suerte, gajes del oficio.

No soy nada conservador al usarlas, pero sí que las mimo cuando llego a casa. Y ese repaso siempre sirve para descubrir alguna cosa: un tornillo que se ha aflojado, un conector estropeado, un cable pelado… Normalmente son pequeñas cosas sin importancia, pero que si no se cogen a tiempo pueden dejarte tirado en un viaje.

Tras el tute que le he dado a la DesertX en estos siete meses desde que la tengo, y sobre todo tras el viaje a Marruecos, me apetecía dedicar un tiempo para limpiarla y repasarla a fondo. En todas mis motos lo suelo hacer al menos una vez al año, me relaja mucho, y al acabar es bonito verla otra vez limpia y reluciente. Hace ilusión, es como si volviera a estrenarla. También me ayuda a conocerlas, como desmontarlas, que partes son más vulnerables, que se puede mejorar…

Y luego viene el maquillaje, volver a dejarla bonita y que dé gusto verla: pintura, pulimentos, vinilos que disimulan pequeñas rayadas y golpes… Trucos para dejarlas de nuevo impolutas y a punto de…volverlas a rayar 😉

Al regresar de Marruecos, se notaba la tralla que le había dado. Barro encontramos poco pero había polvo por todas partes. Tras un primer y rápido manguerazo desmonté las defensas, la cúpula, el asiento, los carenados laterales y el depósito. Así quedó la moto desnuda y pude llegar a la mayoría de rincones inaccesibles cuando la moto está carenada.

Así estaba la zona no visible. Incluso después de haber lavado la moto.
Toda esta arena salió de la caja donde va la batería

Luego dediqué bastantes horas a una limpieza a fondo, ¡Es increíble la cantidad de arena que salió! Y lo que comentaba antes, se encuentran cosas inesperadas, como la piedra que estaba entre el ventilador y el radiador. Podría haber causado un problema gordo si no la hubiera sacado.

Una piedra entre el radiador y el ventilador
Así quedó tras unas cuantas horas de limpieza. Que sexy es ese chasis multitubular!!
Casi como nueva

Una vez limpia, cambié el filtro del aire. No lo había hecho en todo el viaje y realmente le hacía falta. Salió con mucha suciedad por fuera, pero había hecho su trabajo y el interior del airbox estaba limpio.

Respecto a lo que ya he comentado en otros post, cambiar el filtro en esta moto no es una tarea rápida, estimo que debe llevar entre media hora y veinte minutos en función de la práctica que se tenga, pero no es complicado. La moto está muy bien hecha y todo encaja a la perfección, lo que facilita el proceso.

Lo que es un fastidio es la mezcla de tornillos allen y torch. No entiendo que estos italianos no usen un solo sistema para usar menos herramientas y facilitar los trabajos.

Mucha arena y polvo en el filtro del aire
Nuevo filtro instalado

La ubicación del filtro no es buena, pero supongo que en un motor en V no es fácil encontrar una mejor. Por otra parte, al estar situado tan alto y con la toma de aire hacia atrás, se ensucia menos y es menos vulnerable al agua en vadeos profundos.

Otro tema controvertido de la DesertX es la toma de aire que hay a la derecha, bajo el radiador. Sirve para refrigerar la zona de la correas de transmisión típicas de Ducati. Los más alarmistas me decían que por allí entraría agua y polvo hasta que ¡BOOOM!! explotarían las correas. Bueno, no decían eso pero casi 😉

Acojonado ante tal cataclismo, desmonté la tapa que las cubre esperando encontrar un panorama desolador. Como veréis en esta foto, no había para tanto. Podría haber vuelto a cerrar la tapa sin hacer nada y tan contento.

No había para tanto alarmismo, sólo una fina capa de polvo
El interior de la tapa antes de limpiarlo

Ya que lo tenía abierto, aproveché para soplarlo con aire a presión y listo. Abrir esa tapa me sirvió para confirmar lo que me habían dicho en Ducati: Todos los rodamientos van sellados, así que la función de esa tapa no es evitar que entre agua o polvo, es un elemento de seguridad para que no puedan entrar piedras, palos o incluso una mano o un dedo entre las correas.

De hecho creo que hay usuarios de las Monster que dejan las correas a la vista y no pasa nada.

Limpia

En la siguiente foto se puede apreciar como ta tapa queda abierta en su parte trasera para evacuar el agua que pueda entrar por la toma delantera. Una toma que lleva un pequeño filtro de espuma para limitar la entrada de polvo.

La zona de desagüe de la tapa. Queda justo bajo la correa que se ve a la izquierda

Por cierto, justo antes de salir hacia Marruecos, los chicos de Guglatech me enviaron un pedazo de espuma aceitada que ya comercializan para poner en esa toma. Posiblemente por eso también me entró menos polvo.

La espuna aceitada de Guglatech
La toma de aire con el filtro de Guglatech

No supe encontrar ningún tornillo flojo. En este sentido impecable, los italianos ponen fijatornillos a tope. Sólo tuve que reapretar un radio de la rueda delantera.

El parte de daños no fue grave si tenemos en cuenta que en Marruecos tuve varias caídas. Rompí la cúpula Touring, he pedido otra pues me gustó mucho. Perdí el protector de cadena que hay en la parte de abajo del basculante, supongo que topó con alguna piedra de los millones que encontramos. También en una caída doblé la palanca de freno trasero. Ya en casa, al intentar desdoblarla la rompí, por suerte es de hierro y la podré soldar.

Y eso es todo, poca cosa para la dureza de lo que he hecho.

La palanca de freno llegó así a casa

A nivel estético, me sorprendió ver que no habían rayadas ni golpes visibles, las defensas y los gruesos vinilos pudieron con todo. Lo único que estaba feo era la parte transparente de los cubre manos, rayados tras varias caídas. El que sí ha tenido trabajo a destajo es el cubrecarter. Tiene miles de picadas de piedras, pero lo ha aguantado todo sin deformarse.

EL MAQUILLAJE:

Una vez limpia, repasada y montada llegó el momento del maquillaje.

Mi moto sirvió de plantilla para que mis amigos de Uniracing desarrollaran un kit de vinilos para la DesertX. A cambio, quedamos que diseñarían uno específico para mi moto. Con la moto impoluta, no había mejor momento para reestrenarla con un nuevo look.

Primero quité los vinilos que llevaba. Es impresionante la resistencia de este material. Al sacarlo te das cuenta de la protección que ofrecen: ni una rayada en la pintura.

Es bonita incluso completamente blanca.

Luego vino lo que tanto me gusta: instalar el nuevo kit y ver como la moto va cambiando de cara.
En este diseño, Alex, el genio creativo de Uniracing, ha vuelto a mis colores originales. Aquellos que ya usamos en la Super Ténéré 1200, con la que iniciamos la tendencia, hoy tan generalizada, de vinilar las maxi-trails. Hoy parece algo normal, pero hace más de 10 años fuimos precursores.

Guerrera!!

Rojo y negro sobre la moto blanca. Así eran mi Super Ténéré 1200 y la Ténéré 660, así es mi logo y ahora la DesertX.

Mis ex Super T 1200 y Ténéré 660

Como siempre, todas las piezas encajaron a la perfección y ahora mi DX es única.

Otra muestra de que estos vinilos son mucho más que una simple decoración es ver como tapan la mayor parte de zonas expuestas a rayadas y golpes. En algunas zonas son transparentes y llegan hasta el extremo de las partes a proteger.

Aquí se puede apreciar la zona transparente del depósito donde rozan las rodillas

Lo único que tuve que hacerme fueron los paramanos. Hay tantos modelos, que en Uni no pueden hacerlos todos. Pero no es problema, llevo tantos años poniendo vinilos que ya empiezo a ser un experto. Hice unas plantillas, y con el mismo material que utilizan en Uniracing, los vinilé y camuflé las múltiples rayadas que tenían.

El resultado lo veis en las fotos.

Antes…
… y después

La DesertX es preciosa tal como viene de serie: blanca, sobria y sin apenas decoración. La verdad es que inicialmente pensé en dejarla así. Pero no he podido resistir la tentación. Por un lado, estos vinilos la protegen mucho y por otro… soy incapaz de ir con una moto sin personalizar. ¡Antes muerto que sencillo! 😀

Lo cierto es que, tras tantos años de colaboración, con Alex nos entendemos a la perfección, aunque el pobre ha de tener una paciencia de santo conmigo y los cambios que le hago hacer. Pero una vez más lo ha clavado con esta moto.

ASIENTO RALLY:

Este asiento me llegó justo antes de salir hacia Marruecos, es algo más alto y duro, así que no quise correr riesgos y preferí ir con el de serie que ya tenía conocido.

Ahora sí, ya lo he instalado y es la guinda que le faltaba a la moto. Es precioso y combina a la perfección con la nueva decoración.

Ya sólo quedan unos pequeños retoques en el diseño, soldar la palanca de freno, volver a instalar las defensas y a darle caña otra vez.

GAAAASS!!