Por fin he podido hacer una buena comparativa entre estas dos motos, las únicas representantes que quedan del original concepto de motos trail, aquellas ligeras monocilíndricas de 500 a 600cc que llenaron las carreteras y pistas de los años 80 y 90.

Desgraciadamente, las normas anti contaminación y la deriva de las marcas hacia modelos bicilíndricos mucho más sofisticados, ha hecho que este segmento haya quedado casi desierto, únicamente KTM y Ajp han seguido apostando por él.

En este momento, a nivel mono, sólo quedan modelos de 125 a 450cc. Si queremos más cilindrada hay que ir a la 690 o la PR7. Me diréis que también están la Husqvarna 701 y la GasGas 700, pero no dejan de ser una 690 con plásticos de diferente color.

PREMISAS:

Los que me hayáis seguido por Instagran o Facebook os podéis saltar este capítulo. Explico el porqué de mi interés por estos dos modelos:

La idea es que una de estas dos motos sustituya a mi KTM EXC 500 6 Days trailizada con un kit rally de MST, depósito grande, asiento más cómodo… un juguete diabólico para hacer trail/enduro sin límites. La moto ideal para salidas cañeras.

Muchos os preguntaréis porqué cambiar esta maravilla por una moto más pesada. Recientemente me he mudado a una zona en la que estoy entre el mar y un parque natural, sólo está permitido circular por pistas rápidas y sencillas donde no aprovecho las posibilidades de la 500. Ahora, si quiero divertirme con ella por senderos complicados, tengo que hacer largos enlaces de asfalto o llevarla en el remolque hasta el punto de salida. Además, la mayoría de mis compañeros se han ido pasando a un trail más relajado y viajero para el que la 500 no es la moto adecuada.

La realidad es que desde que la compré en noviembre del 2020, sólo le he hecho 1900km y tiene 49 horas de uso.  Recientemente, en un intento por renovar las ganas de usarla, la llevé a Eric Augé donde le prepararon las suspensiones (ahora son una maravilla), y le puse una línea completa de escape Akrapovic. Pero ni así, desde entonces la he usado una sola vez.

Es una pena tener una maravilla así parada en el garaje, así que hay que tomar una decisión.

KTM EXC500 6 Days

Luego tengo la Ducati DesertX, una trail que me tiene enamorado. A la reconocida eficacia de cualquier Ducati en asfalto, se le suma una gran capacidad off road. Con ella he hecho viajes espectaculares y muy duros, como el de Marruecos del año pasado, Islandia, o recientemente la RodiBook.

Precisamente en la Rodi, la lluvia y el barro convirtieron el recorrido en una trampa en la que caímos muchos de los que íbamos con motos gordas. Algunos más que otros, yo bajé un terraplén de más de 10 metros, milagrosamente sin consecuencias para mí y muchas menos de las que podrían haber sido para la moto.

Al final, es evidente que, si las cosas se complican, una moto de más de 200kgs no es lo más adecuado para meterse en líos… a menos que tengas buenas manos y estés muy fuerte.

Con la Ducati DesertX en Marruecos

Esta caída reafirmó algo que ya venía notando hace tiempo. Mi cuerpo ya no aguanta lo que hacía antes con las gordas y si quiero seguir yendo en moto tengo que evitar como sea caídas como la que tuve. Ya me he roto lo suficiente.

He sido un ferviente defensor del trail off road con maxi trails. He hecho animaladas con la GS1200 ADV, Super Ténéré 1200, KTM990, Ducati Multistrada Enduro… el reto de superar obstáculos complicados con una de esas motos, y el subidón posterior cuando lo consigues es insuperable. Pero hay que estar muy en forma para eso, o no te diviertes y asumes riesgos elevados. Ese tiempo ya pasó para mí.

También en Marruecos con la Yamaha Super Ténéré 1200

Y con la BMW GS1200 Adventure

Una vez aceptado que toca bajar el listón, estoy analizando que moto puede sustituir a la 500 y complementar a la DesertX. Busco una moto con buenas aptitudes off road, ligera, difícil de romper, sencilla, con capacidad para llevar equipaje, y que también pueda hacer tiradas largas por asfalto con cierta comodidad. De esta forma reservaría mi querida Ducati para largos viajes y rutas mixtas on/off de menos dificultad, donde la pueda disfrutar a tope.

De momento descarto las monocilímdricas pequeñas, como la CRF300, que por cierto también probé el otro día y es una delicia. Ya llegaré a eso tarde o temprano 😀

Comentando con MIquel Ángel lo bien que va la CRF300 de Toni

Lo mismo me pasa con la Vogue 300 Rally que me gustará probar.

Luego vienen otras como la Kove y Fantic 450 que tampoco me interesan, no dejan de ser motos de enduro, con mantenimientos cortos, incómodas… ya tuve una de este estilo, la Yamaha WR450 JVO, son preciosas, divertidas, y recomiendo poder tener una así en la vida, aunque sólo sea para sentirse dakariano por un tiempo, pero no encajan con lo que busco ahora.

Yamaha WR450 JVO en Marruecos

Además como moto pequeña tengo la Yamaha 250 Tricker, que me sirve para ir a buscar el pan, llevarla colgada tras la furgo o irme de exploratoria sin miedo a quedarme enganchado. Es casi una moto de trial pero con la que puedo ir con mi mujer a la playa o de excursión. Recientemente le he puesto ruedas de 21” y 18” y ha mejorado muchísimo sus capacidades camperas, es divertidísima.

Yamaha SG250 Tricker

En definitiva, mis circunstancias han cambiado y lo que era la combinación perfecta hace unos años hay que adaptarlo al momento actual.

Y sin más rollo pasemos a la comparativa:

LA PRUEBA:

Agradecer a KTM España que me haya cedido una 690, a mi buen amigo Miquel Ángel que me dejó su AJP y a Toni que nos hizo las fotos, vídeos y también me dejó probar su preciosa CRF300.

Recogiendo la 690 en KTM Spain

Con Toni y Miquel Ángel

El recorrido fue muy variado, pistas rápidas, otras reviradas con fuertes saltos, algún sendero sin complicación, carreteras de curvas y autopista. Lo necesario para poder probar bien una moto trail.

No voy a entrar en demasiados detalles técnicos que podréis encontrar por internet, sólo los aspectos básicos y las sensaciones que he tenido sobre las dos motos.

AJP PR7:

Llevo siguiendo esta moto portuguesa desde que la presentaron en Milán hace un montón de años. Me gustó su concepto desde el principio, una moto sencilla, campera y con componentes de calidad. Pero siempre me frenó el hecho de que AJP es una empresa pequeña. Pensaba que podría tener problemas con los recambios, con el servicio técnico, devaluación al querer venderla…

Pero van pasando los años y mis prejuicios se van desmontando. Cada vez hay más AJP por el mundo, y la PR7 es un éxito de ventas. Quienes conozco que la tienen están muy contentos con ella, y el servicio técnico y los recambios cumplen perfectamente. Además, el boom de ventas de este modelo es tal, que está muy bien valorada en el mercado de segunda mano.

Diría que la PR7 lleva desde su lanzamiento sin grandes modificaciones. Según me han dicho, inicialmente el motor era de 5 marchas y luego se le añadió la sexta. Respecto a la centralita, en las primeras versiones era una Delphi que dio algunos problemas, en los modelos más recientes se ha sustituido por una fiable Athena. El motor es un veterano monocilíndrico, de origen Husqvarna y que ahora fabrica SWM. Da entre 50 y 62CV según la versión, alimentado por inyección y su funcionamiento es suave, primando los bajos a la potencia más explosiva. No noté vibraciones molestas.

Su consumo moderado combinado con el depósito de 17 litros le da una buena autonomía, Miquel Ángel me dijo que supera los 300km.

La parte ciclo está compuesta por un chasis doble viga de aluminio y las suspensiones son Sachs. La horquilla es de 48mm de diámetro con unos larguísimos 300mm de recorrido. El amortiguador tiene 280mm de recorrido y bieletas. Los frenos son Brembo, siendo el delantero de 300mm. La altura del asiento es de 920mm y la libre al suelo de 310mm. Pesa 145kg en vacío y 162 llena.

El depósito de gasolina está situado bajo el asiento, lo que baja el centro de gravedad, pero la boca de llenado se encuentra en el lugar habitual para facilitar el llenado si se lleva equipaje atrás.

La boca de llenado de la PR7

Donde en la mayoría de las motos iría el tanque de gasolina, en la PR7 se encuentra el filtro de aire, al que se acede por una tapa superior de fibra de carbono con sólo 4 tornillos. Súper accesible. Debajo del asiento van todos los componentes eléctricos, también muy a mano.

La parte delantera es muy vistosa. Frontal tipo rally con una tablet Android perfectamente integrada, bien situada y que se puede graduar en inclinación. Genial. Debajo de ella un pequeño (quizás demasiado) tablero de instrumentos tipo enduro con la información básica de la moto.

Tablet y tablero de instrumentos en la PR7

 

La estética es muy dakariana, con ese frontal, el escape pasando por debajo de la estribera derecha y acabando en un silencioso muy inclinado. Pero también se notan los años en el diseño de la carrocería y sobre todo del motor.

No pude comprobar el nivel de iluminación de los faros ya que la prueba fue diurna.

Para el equipaje, Miquel Ángel lleva un portabultos donde pone una bolsa para herramientas y ata las alforjas en los viajes. Lo comercializa Gas a Fons VNG, distribuidor de AJP en Catalunya.

Es una moto homologada como enduro, por eso no puede llevar pasajero y no lleva ABS. Una moto ideal para los detractores de la electrónica: poner en marcha y a rodar sin tener que apretar botoncitos.

Hay dos versiones, la básica con 50CV y cuesta 11.490€, y la Extreme -que es la más vendida- da 62CV gracias a un mapa diferente en la centralita y un escape completo de titanio que además rebaja el peso en unos 2kg. También entregan con ella el escape original para pasar la ITV. Cuesta 12.350€. La única pega que le encuentro a la Extreme es que es bastante ruidosa.

El escape de serie

Una vez sentado me encontré en una moto grande y espaciosa. A pesar del largo recorrido de las suspensiones, no es alta de asiento y con mis 1,77m llegaba muy bien al suelo. La moto es estrecha y el asiento amplio y muy cómodo.

Ya en marcha, era como si la hubiera llevado toda la vida. La posición es muy buena y la moto es noble, fácil de pilotar, y se le coge confianza enseguida. El motor tiene unos bajos de tractor y sólo arriba se me quedaba un poco corto. A Miquel Ángel no le gustan las motos ruidosas y va con el escape de serie en lugar del de la Extreme y tampoco lleva el mapa ideal para ese escape. Me comentó que se nota más capada pero que así le gusta ya que es más suave y silenciosa. De todas formas, esos 12CV adicionales, con el escape y centralita de la Extreme, se deben notar.

En offroad las suspensiones se lo tragan todo. Son tirando a blandas, cómodas y progresivas, y se puede ir muy rápido sin tener que cambiar constantemente de marchas gracias a los buenos bajos del motor que proporcionan una enorme tracción.

En carreteras reviradas sólo la suave suspensión la penaliza en frenadas fuertes ya que se hunde bastante. Los frenos son muy potentes y se pueden apurar las frenadas hasta donde los neumáticos de tacos lo permiten. En autopista la cúpula protege lo suficiente y se puede circular cómodamente en cruceros de 120km/h o incluso superiores, aunque es una moto ideal para viajar tranquilo, y sin prisas.

La PR7 me recuerda mucho a mi Ténéré 660. Motos duras, sencillas y básicas, ideales para ir al fin del mundo, pero con las que también se pueden correr rallys y conseguir buenos resultados, como hice yo hace unos años. Y si no, mirad sus tiempos en la Power Lap de Twin Trail.

Mi Ténéré 66o con suspensiones de 300mm

Sin embargo, las diferenciad respecto a mi Ténéré pata negra son muy grandes: La PR7 pesa 50kgs menos y mejor repartidos, tiene 18CV más y componentes de mejor calidad. La de trabajo que me habría ahorrado preparando la 660!! 😉

KTM 690 ENDURO R

No hay lugar a engaños, su apellido lo dice todo: Enduro R. Y es que la 690 es una enduro gorda, Ready to Race en toda regla. Radical, potente y sin compromisos.

No creo que haya que explicar gran cosa de esta moto, todo un éxito de ventas desde su lanzamiento y que permanece en el catálogo de KTM año tras año con ligeras variaciones.

La 690 respira deportividad en cada detalle de su diseño. Con casi 75CV, el motor LC4 de 690cc diría que es de los monocilíndricos más potentes que se han fabricado.

Su chasis multitubular está heredado de las motos que dominaron con mano de hierro el Dakar hasta que la ASO decidió bajar la cilindrada para evitar ese monopolio.

Bastidor multitubular en la 690

El depósito de gasolina de 13,5 litros, se encuentra en la parte trasera de la moto y ejerce de subchasis. La boca de llenado está en el colín, tras el asiento. Esta posición hará que tengamos que sacar o aflojar el equipaje cada vez que queramos repostar.

Boca de llenado tras el asiento

Los frenos son Brembo, el delantero de 300mm y doble pistón, mientras que el trasero es de 240mm y simple pistón. Las suspensiones son unas WP Xplor de 48mm de diámetro y 250mm de recorrido la delantera y amortiguador con bieletas y 250mm de recorrido la trasera.

La altura libre al suelo es de 269mm y la del asiento 929mm. Pesa 143kg en vacío y 159 llena.

Como buena KTM, va cargada de electrónica, con el acelerador ride-by-wire, dos mapas de potencia: street y offroad, que incluyen dos modos de control de tracción y la posibilidad de desconectarlo. El ABS tiene tres opciones: 1. A las dos ruedas para asfalto, 2. sólo delante y poco intrusivo para off y 3. posibilidad de desconectarlo. También cuenta con embrague anti rebote y cambio Quickshifter plus para subir o bajar marchas sin utilizar el embrague. Como véis, una enduro pero full equip.

Cuadro minimalista, podríamos decir que estamos sobre una EXC de enduro

El cuadro de instrumentos es muy básico, similar al de las motos de enduro, con la información justa y necesaria.

El acceso al filtro del aire es sencillo ya que se encuentra bajo el asiento. En otras 690 que he llevado, la luz cumple sin ser nada extraordinario, no sé si en los últimos modelos se ha mejorado.

La estética es claramente la de una moto de enduro, con un asiento plano y de poco mullido que ocupa prácticamente toda la parte superior de la moto, un frontal corto y una carrocería minimalista. Agresiva y simple.

Para llevar equipaje se debe añadir una parrilla trasera, pero también hay herrajes en la industria auxiliar que permiten poner maletas. La moto que me dejaron no llevaba reposapiés traseros, pero creo que se pueden poner y llevar pasajero.

Su precio es de 11.749€

Cuando te sientas en ella te encuentras con un asiento alto y con poco mullido. Realmente como en una moto de enduro. Está en el segmento trail, pero para que sea verdaderamente una trail habría que modificarla bastante: cúpula, asiento…

Mi moto llevaba un escape Akrapovic que debe ser opcional. El sonido era bonito sin ser estruendoso. El sonido del motor es típico de KTM, bastante ruidoso.

Saliendo de KTM España tuve que ir un rato por autopista. La moto corre muchísimo y el límite lo pone la resistencia aerodinámica que ofrece el piloto al ir completamente desprotegido. Hay bastantes vibraciones que se transmiten a las manos.

Una vez con mis compañeros, empezamos el recorrido off road, no sin antes tener que pasar bastante rato intentando entender cómo ajustar o desactivar los modos de conducción, ABS, etc. El sistema no es muy intuitivo (al menos para mí).

La moto es un misil, ¡potentísima! Quien busque emociones fuertes no se sentirá defraudado. Las aceleraciones son fulgurantes y la frenada muy buena. Pero tendría que haber tenido tiempo para a justar las suspensiones, las notaba secas y la moto no entraba en las curvas como hubiera querido. Ese motoraco podía conmigo.

La 690 se siente a gusto cuando la pilotas de forma agresiva, con el motor alto de vueltas. Es una moto exigente y cansada pero que hace que fluya la adrenalina a tope. Si lo que buscas son emociones fuertes, la 690 es tu moto. Por suerte, los modos de conducción están ahí para dulcificarla si hace falta. Ah! y el Quickshifter funciona muy bien.

Con buenas manos se puede hacer enduro del bueno, pero también hay que estar muy fuerte ya que el peso está ahí y las inercias del motor son importantes. Además, es tan minimalista que si te caes no puedes romper gran cosa.

Hablando con gente que la tienen o conocen bien, todos coinciden que requiere un tiempo de adaptación ya que es una moto diferente, con un reparto de pesos y geometría peculiares. Los que la entienden no la cambiarían por nada del mundo, así que me he quedado con las ganas de probarla más tiempo para ver si realmente la podría ajustar a mi gusto y adaptarme a ella, pero tengo que reconocer que en esta matinal no lo conseguí del todo. Una pena ya que, si incluimos a sus hermanas gemelas de Husqvarna y GasGas, son lo más de lo más en motores de un solo cilindro.

EN RESUMEN:

Nos encontramos ante dos motos radicalmente distintas.

La PR7 es una aventurera cómoda, amable y con buena autonomía que te llevará al fin del mundo, no importa si es por pistas, carreteras secundarias o autopistas, sin renunciar al off road duro, el límite lo pondrás tú y no la moto. Además, de serie bien tan bien equipada que apenas hay que hacerle nada para salir a devorar kilómetros.

Por su parte, la 690 es una moto de enduro que te permite llegar por asfalto a tus trialeras preferidas, circular por los caminos a ritmo de vértigo, sacar toda la adrenalina y volver a casa manso como un corderito. También puedes viajar con ella, pero si no le pones una cúpula y un asiento más cómodo, el radio de acción será limitado.

A nivel técnico más de lo mismo. La PR7 no dispone de ninguna ayuda electrónica y su motor es veterano y tranquilo. La 690 va cargada de chips y su motor es moderno y explosivo.

Mientras que la AJP tiene un carenado que nos protegerá del aire, un asiento comodísimo y una tablet con toda la información que queramos, en la KTM tendremos que cogernos fuerte al manillar si vamos rápido por carretera y nos dolerá el culo al cabo de pocos kilómetros. Eso sí, si tenemos buenas manos,  las zonas off complicadas serán un juego de niños.

En definitiva, si lo que nos gusta es el enduro y las sensaciones fuertes, la 690 es nuestra moto. Pero si lo que queremos es hacer trail y viajar sin límites, la mejor elección para mí es la PR7.

Es una pena que no haya más modelos para escoger, como pasa con las bicilíndricas, pero al menos estas dos motos son tan diferentes que tenemos todo en abanico de posibilidades.

Peeeero. Si hay una moto con posibles personalizaciones, esa es la 690. Hay millones de accesorios tanto en las Power Parts de KTM como en la industria auxiliar, que pueden convertir la 690 en una moto con la que recorrer el mundo: cúpulas, torres de navegación, carenados, depósitos auxiliares, asientos más cómodos… y también se puede transformar en una moto de rallys idéntica a las que corren en el Dakar, pero con un motor más gordo y con bajo mantenimiento. Aunque para eso hace falta tener una Visa a prueba de bombas 😉

Kit Aurora Racing

Kit rally de Aurora Racing

Si os soy sincero es lo que me esperaba. El aspecto de las dos motos da muchas pistas de como son, pero me ha gustado mucho poder enfrentarlas.

Ahora toca reflexionar y tomar una decisión. Si lo pienso fríamente la PR7 es lo que necesito, bien equipada no creo que pase de los 12.500 a 13.000€ y tendré una trail ligera y campera para complementar a la Ducati. Pero luego veo las preparaciones que se pueden hacer con la base de la 690 y me pongo muy cachondo. El problema es que entonces el presupuesto puede dispararse hasta el infinito.

Pero la mayor duda después de haberlas probado es: en la PR7 me encontré muy cómodo enseguida mientras que en la 690 no. ¿Era un problema de ajustes de esa unidad? ¿O soy de ese grupo que nunca se llegan a adaptar a la geometría de esa moto?

Esa es la cuestión.

Continurá