Como comentaba en el post anterior, he instalado unas suspensiones Ohlins en la WR-JVO.

Las Kayaba de las WR son muy buenas, por eso se me hacía difícil imaginar que notaría un cambio lo suficientemente importante como para justificar la inversión. Pero ante una oportunidad como la que me ofreció Cesc Ausió no pude decir que no… ¡la carne es débil!!

Tras un par de fines de semana con ellas puedo asegurar que realmente ha valido la pena.

La primera prueba fue en una salida de dos días por el norte de España. Con mis amigos del club TNT (Team Norte Trail) hicimos un bucle de 600km divido en dos días de 300km: Portugalete-Potes el primer día siguiendo la Cordillera Cantábrica y Potes-Portugalete pasando por el interior (León, Palencia, Burgos…) el segundo.

Las dos jornadas fueron muy diferentes. Mientras que el sábado el recorrido era bastante endurero y con terreno húmedo, el segundo era rapidísimo, por pistas secas y duras. Por tanto me sirvió para probar la moto en condiciones muy diferentes.

Ese recorrido lo había hecho hace un año con la KTM 990 ADV. El primer día me tuve que emplear a fondo, aún así se me hizo de noche y tuve que acabar el track por asfalto. Llegué reventado al hotel. Con la WR-JVO lo pude completar todo llegando de día y tan fresco que aún estuvimos de gin tónics hasta altas horas de la noche. La verdad es que para un recorrido de este tipo es mucho más divertida y descansada la JVO que la 990.

En el recorrido del segundo día la 990 estaba en su salsa. Las velocidades eran de escándalo y el disfrute máximo. Es de los días que mejor lo he pasado con esa moto. Pero tuve algunos sustos ya que frenar a ese misil de más de 200kgs en terreno arenoso y deslizante no es tarea fácil. Con la WR no se consiguen las mismas puntas de velocidad pero las inercias son menores y la frenada se acorta. En las aceleraciones al no tener tanta potencia la tracción se aprovecha mejor, así que estoy convencido de que iba igual de rápido asumiendo menos riesgos. Eso sí, la adrenalina que te genera el bramido de los Akra de la KTM cuando la bestia se encabrona es algo que se ha de probar al menos una vez en la vida. Unico!!

Pero volvamos a las suspensiones. Las WP de 265mm de la KTM son muy buenas pero si se comparan a las Ohlins de 300mm de la WR parecen normalitas. Lo mismo pasa con las Kayaba originales de Yamaha.

Las suspensiones suecas están en otra dimensión. Con una buena puesta a punto y adaptadas a mi peso y al de mi moto son el summum. La primera impresión es de que son blandas. Parece que en saltos fuertes puedas llegar a hacer tope y sin embargo no es así. A medida que van bajando se van endureciendo y aún cargado con equipaje y mucha gasolina no conseguí llegar al final. En cambio la primera parte es de mantequilla, una delicia. Copian el terreno de tal manera que notas como la rueda está siempre en contacto con el suelo. En los rebotes en bajadas la rueda trasera se pega al suelo sin esa sensación de que vas a salir por las orejas y en los saltos parece que caigas en un colchón de plumas, ¡es fantástico!

El fin de semana pasado volví a salir dos días, esta vez con los transibèrics. Lo hicimos por la zona del sur de Tarragona, Teruel y el Maestrazgo justo en los días en que allí cayó la tormenta perfecta. Nos encontramos con ríos desbordados, agua por doquier y mucho barro. Por suerte estrenaba unos neumáticos Michelín S12 que me encantan. El agarre de esas gomas combinado con las Ohlins hizo que disfrutara como pocas veces. 

El conjunto es tan bueno que hace parecer a la WR poco potente. En las curvas iba sobre raíles, tanto que casi me costaba hacerla derrapar. Máxima tracción y control en todo momento. Mientras lo recuerdo me entran ganas de volver, ¡que fin de semana tan fantástico!!

En resumen, ya sé que es un capricho al alcance de pocos pero si algún día tenéis ocasión de tener unas de esas suspensiones doradas no lo dudéis. Son mucho mejores de lo que os podáis imaginar.

En marcha!! Este siempre es un buen momento

En Portugalete, un buen desayuno y a rodar!

En el grupo una invitada ilustre

Y la JVO lista para la aventura. Las Giant Loop le quedan perfectas

Tras la nocturna del año pasado era mejor ir preparado

El grupo al completo. Durante el recorrido nos fuimos separando y reencontrando.

Con Kike y su DRZ-E. Yendo detrás suyo recordé los buenos momentos que me dio esa gran moto.

Preciosos paisajes del norte

Algunos siempre se quieren complicar un poco más! 

Ya en Cantabria el paisaje es aún más agreste

Eufóricos!. No había para menos.

Acercándonos a Potes la niebla nos tapó las vistas desde las alturas. Pero el buen humor seguía a tope

Primer día cumplido. Genial!!

Dani, el alma mater de la salida y un tío rapidísimo!

Flipando con los Picos de Europa

 

Finisher!! otra Transcantabrona al saco.

Segundo fin de semana. Esta vez con los Transibèrics. El centro de la tormenta perfecta aconsejaba otro tipo de vehículo

Ríos desbordados

Miquel Angel en un paso complicado pero estas motos pueden con todo

Ricard y Edu

Monasterios abandonados de aspecto fantasmagórico…

Esa 500 de KTM mola mucho!!

Edu bien camuflado

Muuuucho barro

Nuestro hotel-castillo. Amaneció soleado

Preciosos pueblos encaramados en las montañas

Espectacular Morella

 

Limpiando las motos: Albert

Edu

Caminos convertidos en ríos

Cada uno aparca como puede!