Probada: KTM 500 EXC-F Six Days 2021

Ya hace varias semanas que tengo la KTM 500 Exc-F Six days  en casa y toca hacer balance.

No voy a entrar en detalles técnicos que para eso ya están las revistas especializadas con gente que sabe más que yo. Voy a hablar de sensaciones y de que voy a hacer con ella a partir de ahora.

Hacía mucho que no tenía una enduro y ya no me acordaba de lo pequeñas que son. Comparada con la 790 parece una bicicleta, para alguien como yo, con los dos hombros operados, la facilidad de moverla en parado sin miedo a que se tumbe hacia un lado o levantarla de atrás con una mano para girarla en el garaje es un puntazo.

Lo siguiente que me sorprendió es lo silenciosa y suave que es. Incluso sin dbkiller el escape de origen no hace ruido cuando vas montado encima de la moto (fuera de ella se oye bastante). La respuesta al acelerar es contundente pero progresiva por lo que viniendo de la 790 al principio me dio la impresión de que no tiraba. Error, de eso nada.

Cuando le buscas las cosquillas y saca todo su potencial te das cuenta de la fuerza que tiene ese motor, no es explosivo pero estira y estira sin parar. Donde más se nota es en trialeras o zonas técnicas. Tiene muchos bajos y da la impresión de ser dócil, pero al cabo de un rato es ella la que te lleva a ti y no tú a ella, los brazos parece que se te vayan alargando hasta que las manos dicen basta, es brutal. Desde luego para hacer enduro con ella hay que estar muy fuerte.

Tiene dos curvas de potencia. Normalmente voy en la 1 si las zonas son muy técnicas y en la 2 si hay espacio abierto para soltar a la bestia. En ese modo y por pistas abiertas es divertidísima, los caballitos se suceden sin parar, las derrapadas… y todo con pasmosa facilidad ya que se siente siempre bajo control. La guinda la pone el un control de tracción que apenas se nota, nada intrusivo pero que hace de ángel de la guarda por si sobrepasas tus límites.

El cambio de seis marchas es muy preciso y bien escalonado, solo el punto muerto cuesta un poco de encontrar. Me gusta menos el embrague que aun siendo hidráulico es bastante duro para usar con un dedo. Aquí vengo muy mal acostumbrado de la 790 con la leva Camel que es pura mantequilla. Lo que sí que es cierto es que le ha dado bastante tralla y nunca ha desfallecido.

El desarrollo de origen es cortísimo con un piñón  de 13 dientes y corona de 50. Con esta combinación a 90km/h la moto ya se nota forzada. En la caja de homologación viene un piñón de 14 que he puesto y ya es otra cosa pero no me veo con él recorriendo km por carretera. Mi idea es poder hacer trail endurero por lo que puede caer algún enlace de carretera más o menos largo, para eso creo que lo suyo sería poner una corona de 47 para poder mantener cruceros de 110-120 km/h sin que sufra el motor. No me hace falta más ya que seguramente le pondré mousse. Tengo la impresión de que tiene tanto motor que podrá arrastrar un desarrollo largo sin problemas pero quiero usarla más tiempo tal como está ahora antes de cambiarlo.

No he apurado mucho la autonomía, diría que si se le da al mango rondará los 110 o 120 km, suficiente si se hace enduro pero poco para hacer trail. Un depósito más grande es probablemente uno de los cambios que tenga que hacer. Hay varios en el mercado, me falta ver qué capacidad necesito sin perjudicar la agilidad que tiene esta moto, me gustaría poder hacer unos 200km para no estar sufriendo por la gasolina, también por si me voy a Marruecos.

Respecto a las suspensiones, tal como viene de fábrica la trasera me gusta mucho pero la delantera la encuentro algo dura y rebotona, tengo que trabajar en ella para ponerla a mi gusto pero en general se notan inacabables y de buena calidad incluso tras bajarme de las maravillosas cone valve de la 790.

Los frenos son fantásticos, frena mucho, tanto que hay que cogerle el tacto al delantero para no bloquear la rueda. Con un dedo basta. Es una de las cosas que más me gusta de las enduro en general y de ésta en particular, es tan ligera que frenas en un palmo de terreno, apenas hay inercias. Si a eso sumas una agilidad que te permite hacer unos cambios de dirección fulgurantes, el margen de seguridad ante los imprevistos es altísimo.

Como en todas las enduro la luz es escasa y habrá que buscar unos faros auxiliares de quita y pon por si se prevé alguna nocturna. Estoy esperando unos de Puig que junto con unos intermitentes led más pequeños y una luz de matrícula la harán más “street legal” perdiendo lo menos posible el look endurero.

Comparada con la Yamaha WR450f que tuve no parece que la KTM sea más potente, quizás porque es más progresiva desde abajo mientras que la Yamaha era más brusca, la potencia entraba de golpe y era difícil controlar el gas a bajas revoluciones. En ese aspecto la KTM es mucho más fácil de llevar. También se nota más pequeña y ligera que la Yamaha, ideal para hacer enduro pero menos estable a alta velocidad.

La posición de conducción es muy “al ataque” con un manillar con el que me siento muy cómodo pero que queda bastante bajo. También se notan bastante las vibraciones en las manos. El tacto general es de pura sangre de enduro, sin concesiones al confort.

Mirando por internet me encontré con el conjunto de Triple Clamp que consiste en unas alzas de manillar con silent blocks y el amortiguador de dirección Scotts. Estaban de black Friday y la oferta era muy buena así que no pude resistirme. Veremos qué tal va pero si elimina parte de las vibraciones y la posición es más cómoda me puede venir muy bien para aguantar largas jornadas sobre la moto. También el plus de estabilidad que da el amortiguador de dirección puede ser interesante para que la moto sea más segura a alta velocidad.

Otro tema a revisar es el asiento. El Selle dala Valle es precioso e ideal para enduro pero en un uso trail se hará duro e incómodo. Hay que buscar una alternativa para viajes largos como hice en la JVO.

¿QUE VOY A HACER CON ELLA?

La verdad es que aún no lo sé y no me estreso pensando en ello. Me gusta el enduro pero no el pasarme horas en trialeras, para eso ya tuve mi época de trial. Lo que más me divierte ahora es salir sin rumbo fijo y hacer excursiones, incluso en solitario, con la libertad de movimientos que da una moto tan ligera. Para eso es ideal tal como está, una moto sencilla, irrompible (o casi), divertida, que permite meterse en todos los líos que quiera sin sufrir por no poder dar la vuelta y completamente diferente a la 790.

Dentro de poco pondré el kit de Triple Clamp y las luces e intermitentes de Puig. Luego empezaré a ver que depósito le pongo. Ya he pedido un asiento para poderlo modificar y hacerlo más ancho y cómodo así podré guardar el actual tal como es ahora.

Puede que le cambie la corona para alargar el desarrollo y buscaré alguna forma de poder llevar un mínimo equipaje. Quizás acabe con una pequeña cúpula sobre todo para poder poner el GPS en una posición más adelantada que facilite la lectura, pero de momento nada más.

Creo que es la moto ideal para hacer endu-trail. El motor es potente pero dosificable y con las cuatro cosas que he comentado podré hacer largas excursiones sin perder su esencia: ligereza y agilidad.

Más adelante… ¿quién sabe??

Aquí unas cuantas fotos de una salida con mi hijo mayor. Que buenas son las salidas en familia!!