Lista para cambiar de casa

Con ella cumplí un sueño, el de tener una dakariana de verdad. La Yamaha WR450f JVO es una moto con la que cualquier piloto podría correr el Dakar, de hecho muchos de ellos lo han hecho.

El Dakar nunca se me ha pasado por la cabeza, últimamente por edad y físico y antes por el coste económico que representaba, pero este tipo de motos me ha atraído siempre y finalmente conseguí tener una.

El proceso de transformación ha sido apasionante, el resultado una maravilla. La moto es la más divertida que he tenido, he podido viajar con ella, jugar en las dunas de Marruecos, correr alguna carrera y de paso dar mucha envidia 😉 . Así que poco más se puede pedir. Pero se acercan nuevos proyectos y como desgraciadamente pasa en estos casos hay que dejar sitio en el garaje. 

Los años pasan factura y voy buscando motos más fáciles. Tras venderme la KTM 990 Adventure S mi intención es quedarme una de las nuevas trail «peso medio»: la KTM790 Adventure R que me está enamorando estos días o la Yamaha Ténéré 700 que quiero probar en cuanto pueda. 

Por lo que he ido viendo en los dos días que he podido salir con ella, la 790 es una trail muy capaz en off road y más fácil de llevar que la 990. Supongo que la Ténéré también será algo similar. Por tanto la faceta aventurera que buscaba en la JVO puede quedar en parte cubierta por una de estas dos motos. 

Cierto, estas trail son mucho más pesadas y menos ágiles y por tanto para salidas cañeras me hará falta una moto más ligera. En este caso mi segunda opción será la de trailizar ligeramente una moto de enduro. De esta forma también podré hacer algo más el cabra que con la JVO, en la que en una caída hay más cosas para romper. También encuentro a faltar hacer algo de enduro.

Como siempre me sucede al vender una moto, por la mente pasan los recuerdos y grandes momentos vividos con esta máquina que me ha dado mucho y no ha pedido casi nada. Fiabilidad total, efectividad máxima. La WR es una moto super fiable y la preparación de Jorge Velayos (JVO) también ha demostrado serlo. Por último el montaje y el mimo con que lo han hecho en Motos Ausió ha sido el toque de gracia que la hacen única. Su nuevo dueño es una persona afortunada.

Por cierto, después de conocerle me quedo muy tranquilo. A parte de muchas similitudes personales y familiares he visto que es de los míos, un loco por las motos que además ha ido siguiendo toda la preparación de esta JVO. Estoy seguro que le va a dar la vida que se merece, se lo pasarán bien. Y muy probablemente coincidamos en alguna salida.

Adiós querida JVO, ojalá nos volvamos a cruzar en alguna pista polvorienta.

¿Cómo pueden sobrar tantas piezas??

Impoluta

Por ella no pasa el tiempo

 

Más que una compra-venta de moto parece una mudanza!!

Alguien no habrá parado de mirar al retrovisor! jajaja