Si, lo sé, no se le pueden poner ruedas de tacos y por eso no es mi tipo pero no he podido resistir a la tentación de probar la Yamaha Niken.

La vi por primera vez en la EICMA de Milán y me llamó mucho la atención, a pesar de verse completamente acabada pensé que los de Yamaha no estarían tan locos como para lanzar un modelo así. Pues bien, parece que sí que lo están y aquí la tenemos. Por eso cuando vi que en motos Ausió tenían una para probar no pude resistir la tentación. Así que aproveché un almuerzo con mis amigos Transibèrics para probarla.

¿Es una moto?, es la primera pregunta que me hice al verla, pero una vez empiezas a rodar con ella no hay ninguna duda: es una moto y se conduce como una moto.

Estéticamente es impactante, con sus dobles ruedas y horquillas delanteras y esa gran anchura frontal. Da la impresión de acabar de salir de una película de ciencia ficción. Cuando te subes a ella también se nota diferente, el frontal queda más lejos que en una moto convencional y de nuevo la anchura llama la atención. Pero solo moverla en parado ya sorprende lo mucho que gira y lo maniobrable que es a pesar de su volumen. 

Al arrancar salí con cierto temor a lo que se podría notar, en la primera rotonda entré tieso y expectante pero la verdad es que no hay diferencia con lo que se nota llevando una moto cualquiera. De hecho cuando le cogí confianza una de las ruedas pasó por encima del bordillo inclinado y ni lo noté.

El motor es el mismo tricilíndrico de la la MT09, un motor de 115CV que me tiene enamorado y que le va de perlas a esta moto. Luego he leído que está retocado para adaptarlo a ella pero la verdad es que no noté la diferencia. Es un tiro.

Salí de Vic hacia Tona donde me tenía que encontrar con mis amigos. Sin darme cuenta me puse a velocidades muy ilegales, hay que ir con cuidado o los puntos pueden volar. Y es que la sensación de seguridad es total y ese motor incita al pecado. La posición es muy cómoda con un manillar bastante alto y ancho por lo que la posición es bastante erguida. Por eso aún se encuentra a faltar más una cúpula más alta o que se pueda elevar, la que lleva es fija y muy baja. Tampoco le irían mal unos puños calefactables, ese día hacía mucho frío y se me congelaban las manos.

Tras tomar un café salimos por las preciosas carreteras del Montseny. El asfalto estaba frío, húmedo en algunos tramos e incluso con placas de hielo por lo que había que ir con mucho tiento. Y aquí es donde realmente aprecié esa doble rueda delantera. No escondo que no me siento cómodo en asfalto, no me gusta, y menos si está en estas condiciones donde te puedes ir al suelo a la mínima distracción. Pues con la Niken me sentía mucho más seguro que con una moto convencional. No sé si será un efecto placebo al pensar que hay dos ruedas delanteras tocando el asfalto pero no me hizo ni un extraño y me daba mucha confianza. 

Durante el recorrido me intercambié la moto con uno de mis compañeros que iba en una Africa Twin DCT. También a él le sorprendió la Niken y lo fácil que se lleva. 

La frenada es brutal y puedes apurarla mucho para entrar casi colado en las curvas sin que pase nada. De hecho me dio la impresión de que si trazaba como con una moto convencional acortaba tanto la curva que me metía demasiado en el interior. En cambio si apuraba la frenada para luego dejarla correr mejoraba la trazada. Luego he leído que el sistema hace un efecto como en el carving de los esquíes, supongo que ese es el efecto que sentía. El hundimiento de las suspensiones se nota menos que en una moto convencional, lo que me recordó bastante a las reacciones del telelever de las BMW, un sistema que no me gusta nada para ir por campo pero que en cambio me encanta en asfalto (supongo que compensa mi torpeza en carretera). La suspensión trasera en cambio la noté excesivamente seca, no sé si por falta de puesta a punto.

Tras el almuerzo regresé solo por donde había venido. La carretera estaba más seca y ya me atreví a buscarle un poco más las cosquillas con el modo de conducción más agresivo. Me divertí mucho y de nuevo con una sensación de seguridad total. Además el cambio semiautomático que permite subir marchas sin tocar el embrague ayuda a que las rectas se hagan cortísimas. Lo cierto es que da mucha confianza y permite ir muy rápido incluso a un torpe en asfalto como yo. 

En definitiva, si no tienes complejos, pasas de convencionalismos, te gustan las tecnologías rompedoras y valoras por encima de todo la seguridad prueba la Niken, te sorprenderá y posiblemente sea tu moto. Y si además no te importa llamar la atención entonces lo es seguro, todas las cabezas se girarán a tu paso, comprobado 😉

Aquí os dejo un vídeo que explica las principales características del modelo: YAMAHA NIKEN TECHNICAL VIDEO