Esta vez me he quedado dos accesorios de la marca Camel que distribuye Twin Trail.
HEAT SHIELD
Las normativas medioambientales están provocando que las motos tengan que llevar unos enormes catalizadores que generan mucho calor.
Comparado con otras motos que he tenido o probado, la 790 no es de las que más calor generen pero el amortiguador queda justo encima del catalizador por lo que cuando vas a poca velocidad o paras la moto y el aire no circula el amortiguador se calienta bastante.
Una opción es eliminar el catalizador con lo que sacas calor, peso y se consigue un sonido más bonito pero no me acabo de decidir. Cada vez me preocupa más el tema medioambiental, me molesta hacer ruido y no está claro hasta que punto sacarlo perjudica el rendimiento de este motor tan sofisticado… pero la reducción de calor y peso me tienta…
De momento ahí lo dejo pero he instalado un protector de calor de la marca americana Camel que distribuye Twin Trail. Se trata de una plancha metálica que desvía el aire caliente hacia los lados. Sencillo y efectivo. La instalación no tiene ningún secreto y se monta muy facilmente.
ONE FINGER CLUTCH
El embrague de la 790 se acciona por cable. Esto, que puede parecer un atraso en un momento en que la mayoría de motos de gama alta llevan embragues hidráulicos para mi es una ventaja.
El cable permite notar cuando el embrague se está calentando y perdiendo su efectividad ya que la maneta se viene abajo. En este caso es mejor parar, dejar que la moto se enfríe y continuar más tarde sin haberlo dañado. Me pasó varias veces con la Ténéré 660 en las dunas de Marruecos y el embrague no sufrió ningún daño.
Por el contrario, el hidráulico compensa la pérdida de eficacia del embrague y no notas tan facilmente que lo estás quemando. Normalmente cuando te das cuenta ya es demasiado tarde y lo has achicharrado.
Evidentemente el hidráulico es mucho más suave y preciso que el de cable pero también es cierto que un cable se repara facilemente en cualquier sitio mientras que el hidráulico es mucho más complicado y lo normal es que te quedes tirado.
En resumen, siempre que no sea muy duro, prefiero el cable al hidráulico.
Mi herencia con el trial hace que siempre lleve un dedo índice en cada una de las manetas. De esta forma la reacción para accionar la maneta es muy rápida. El embrague lo uso mucho: para eviar una calada del motor, para dar un toque que haga subir las revoluciones al subir un escalón o pasar una raiz, para hacerla derrapar en una curva… para mí el embrague es un elemento indispensable en una moto de campo y necesito que funcione muy bien. Por eso no me gustan nada los embragues automáticos.
Aún estando accionado por cable, el embrague de la 790 es lo suficientemente suave como para poder moverlo con un dedo pero también es cierto que al cabo de horas encima de la moto y a medida que el cansancio se acumula, se agradecería algo más de suavidad. Otra característica que tiene y a la que se le ha de coger práctica es que el recorrido es corto por lo que al principio no es de extrañar alguna calada del motor.
Para mejorar estos dos aspectos Camel ha desarrollado una palanca más larga que la de serie, una solución muy sencilla que ya había aplicado en mis motos de trial hace mil años, en aquellas Montesas en que el embrague se tenía que accionar con la mano entera o no había quien lo moviera.
La palanca de Camel tiene tres posiciones: la más corta es como la de serie, la intermedia que lo ablanda un poco y la más larga que lo convierte en mantequilla. Hay quien me ha dicho que la intermedia es la más equilibrada pero de momento lo he puesto en la más larga para ver que tal va. Aquí un vídeo de su colocación.
Sólo lo he podido probar en el garaje así que lo único que puedo decir es que se nota muy blando, parece un embrague hidráulico y al arrancar la impresión es que no es tan «on-off» como el de serie, diría que es más progresivo. Pero hasta que no pueda salir del garaje poco más os puedo decir…
Ah!! y es de un bonito color naranja 😉