Prueba de la Ducati Multistrada 950

Preciosa foto de Martín Solana

Como ya comenté, los pasados 24 al 27 de marzo me invitaron a pasar un fantástico fin de semana motorista en Fuerteventura. El motivo era el Fuerteventura Moto Off Road 2017 que ya en su primera edición fue todo un éxito de participación y organización. Muchas gracias a Raúl Suarez, Borja Naranjo y a Jorge Gómez por todas las facilidades y atenciones que me brindaron, fue un fin de semana inolvidable.

Conocer esa preciosa isla y además en moto era un buen motivo para ir allí pero es que además Ducati Canarias me dejaba la nueva Ducati Multistrada 950 así que no me lo pensé dos veces.

Vi por primera vez este modelo en la pasada Eicma de Milán. Estéticamente queda entre la Multistrada de carretera y la Enduro y otra vez los italianos han vuelto a demostrar que son los reyes del diseño: es una preciosidad.

La que me dejaron es el modelo standard. Muy bonita pero desprotegida para salir de la carretera, especialmente los colectores de escape que pasan por debajo del motor. No obstante hay diferentes opciones y accesorios para equiparla con ruedas de radios, cubre cárter o defensas y convertirla en una aventurera.

Al sentarme me sentí como en casa ya que recuerda muchísimo a la 1200 Enduro. Sin embargo es menos intimidatoria, diría que en Ducati han buscado llegar a un público más amplio. La 950 es una moto que impone menos por sus dimensiones y prestaciones más contenidas. 

La posición de conducción es muy buena, sobre todo en carretera ya que quedas completamente integrado en la moto. La pantalla se ajusta manualmente con tanta facilidad que ni siquiera hay que parar para hacerlo.  La posición yendo de pie también es muy cómoda.

Aun compartiendo muchos componentes con su hermana mayor como el chasis multitubular o el basculante doble, la 950 se siente mucho más pequeña, ligera y ágil. Visualmente ya se aprecia una reducción muy importante de anchura, sobre todo del depósito que pasa de 30 a 20 litros. También es más baja con sus suspensiones de 170 mm (200 en la Enduro), algo justas en campo pero suficientes para la mayoría de usuarios. Todo ello hace que sea más fácil de llevar y como decía antes imponga menos respeto que la Enduro.

La Multistrada Enduro y la 950 lado a lado

Ducati Canarias me había equipado la 950 con neumáticos de tacos así que pude meterme por pistas sin problema. Es una moto muy capaz en off road, tanto que en algún momento me tenía que retener acordándome que iba con llantas de aleación y sin cubre cárter.

Una vez más me maravilló lo fácil que es configurar estas motos gracias a la electrónica. Al igual que con la Enduro simplemente apretando un botoncito tienes cuatro motos en una. El control de tracción y el ABS se pueden modificar a través de los mandos de la piña izquierda usando la gran pantalla multifución. También tiene cuatro configuraciones: urban, touring, sport y enduro y en esta última el ABS actúa sólo en la rueda delantera, es perfecto.

En el caso de sport y touring el motor actúa en su máxima potencia, la diferencia es que en touring la respuesta es más dulce. En los modos urban y enduro la potencia baja a 75 CV.

La pantalla tiene las mismas dimensiones que en la Enduro pero no es a color y los números son más pequeños. No es tan legible y sobre todo el cambio a los diferentes modos no me pareció tan intuitivo y fácil como en la 1200, sin embargo tiene toda la información necesaria. Otras “reducciones” respecto a su hermana mayor son la falta de puños calefactables, no tiene control de crucero, ni la conexión al teléfono o intercoms, las luces no son de led… cosas que no son imprescindibles y que incrementan costes… pero que cuando las has tenido las encuentras a faltar. Y es que no acostumbramos a lo bueno muy rápido!!

En el caso de la 950 las suspensiones no son electrónicas y por tanto la regulación es manual, sin embargo me parecieron muy buenas y tal como me las regularon en Ducati Canarias no me hizo ninguna falta tocarlas.

El embrague es por cable pero lo encontré muy suave. También tiene la función anti rebote.

Una vez en marcha lo cierto es que la moto me pareció fantástica. Muy ágil, juguetona y rápida. El motor es el que lleva la última versión de la Ducati Hypermotard, el bicilíndrico Testastretta 11° de 937 cc. No leva la distribución variable DVT del 1200 pero es suave y refinado.  En el modo sport acelera como un cohete y siempre con ese tacto deportivo típico de las Ducati donde las curvas se hacen sobre raíles. En touring el motor es más dócil y con menos patada pero sigue siendo potente, lo único que encontraba a faltar era la adaptación electrónica de las suspensiones tal como pasa en la 1200 en la que también se van regulando en función del modo elegido. Al principio puse el control de tracción también en el modo enduro tal como hacía en la 1200 donde con tanta potencia llevarlo en el mínimo ayudaba mucho. En la 950 acabé desconectándolo. Con los 75CV se lleva muy bien en off road y no hace falta la ayuda de la electrónica.

Hicimos muchos kilómetros de pistas de todo tipo, algunas de ellas bastante complicadas, con mucha arena y en algunos casos piedras. Muy parecidas a algunas de Marruecos. En todas ellas la 950 se comportó de maravilla y solo en algunos pasos extremos encontré a faltar más altura al suelo.

Muchos me han preguntado si tuviera que escoger entre la 950 y la 1200 Enduro con cual me quedaría. Sin tener en cuenta el ahorro de más de 7.000€ de la 950 (precio a partir de 13.750€), mi elección sería sin ninguna duda la Enduro, un alarde de tecnología y diseño que me tiene enamorado. Pero tengo que reconocer que la 950 es mucho más lógica. Y es que ¿cuántas veces necesitamos 30 litros de gasolina o 160 CV?.

La diferencia de precio es muy importante, la autonomía de la 950 es más que suficiente, el motor es fantástico y con sus 113CV se puede ir muy rápido. Tiene la electrónica justa y necesaria, las suspensiones son muy buenas, es tan ágil como una deportiva pero muy cómoda para viajar, en ciudad se desenvuelve muy bien y por si fuera poco con la rueda delantera de 19” te puedes meter por pistas con mucha solvencia… ¿Para qué más?