Cuando Ducati anunció que iba a sacar la versión Rally de la DesertX, y que iba a ser aún mejor en off que la standard, tenía claro que esa moto se tenía que probar.

Mi DesertX va muy bien por campo, pero los vídeos de Antoine Meo en el Ezberg Rodeo y pegando saltos en circuitos de cross con la Rally, eran reveladores de que Ducati va a por todas. ¿Sería tan buena y compensaría pagar los 5.000€ que cuesta de más sobre la que tengo?.

Mi insistencia ante Ducati España dio sus frutos (puedo llegar a ser muy pesado cuando se me mete algo en la cabeza) y me dejaron una Rally para participar en la Trip&Track Aragón, una prueba de 4 días y más de 1000km por tierras aragonesas.

Unos días antes la fui a recoger a Ducati Barcelona. Previamente les había llevado los neumáticos Dunlop 908RR que quería que montaran para ir a la T&T, son unos neumáticos de tacos duros que deberían ir bien por las secas tierras de Aragón.

Dunlop 908RR

Ya en casa, tocó poner la moto a mi gusto. En líneas generales es muy parecida a la mía, así que tenía claro lo que había que hacer.

Lo primero fue subir la palanca de cambio, sólo hay que cambiar la posición moviendo de sitio un tornillo que la deja perfecta para ir de pie y con botas de enduro. Con la de freno aún es más fácil. Mientras que en la DX standard la palanca no es plegable y se dobla o rompe con bastante facilidad, la de la Rally sí que pliega. Además, su puntera giratoria con dos posiciones hace que se pueda ajustar para ir de pie o sentado sin necesidad de herramientas. Este proceso es igual que en la standard pero en la Rally queda a la altura ideal para conducir en off.

Bonita y práctica palanca de freno

Luego tocó ajustar la posición del manillar hacia adelante y finalmente instalé unos soportes para las alforjas Mojavi de Giant Loop que traje de casa. Son los que vende Ducati para las alforjas originales. Muy prácticos, van fijados al subchasis con dos simples tornillos y evitan que las alforjas se muevan. En las Mojavi puse las herramientas, chubasquero, cámara de repuesto y desmontables por si pinchaba. En este post explico las opciones de equipaje en la DesertX.

Sólo faltó colocar el soporte Holder 2.0 para el GPS en la barra para periféricos original de la moto y ya estuve listo para salir al día siguiente. Fácil y rápido. Pero sigo opinando que el TFT de la moto en posición vertical no es una buena opción. Obliga a poner el GPS muy arriba y queda tan cerca de la cúpula que tuve que poner unos fieltros para no estropearla con las vibraciones del Holder. Además hay que llevar el GPS muy vertical y no es cómodo para verlo conduciendo de pie.

El holder 2.0 con carga inalámbrica que me sirve para fijar el movil/gps

El miércoles volví a Ducati Barcelona a recoger la que era para Alberto Mancuso de O2Riders, que junto con Pere Font son los organizadores de la Trip&Track, y salía rumbo a Alhama de Aragón con dos flamantes DesertX Rally. Las dos con poco más de 1000km, lo justo para que les hubieran hecho el rodaje y la primera revisión.

A las 8 de la tarde, ya en el hotel de Alhama, Pere y Alberto nos daban el briefing para el día siguiente. Allí pudimos irnos conociendo todos. El grupo aún era relativamente pequeño (28 pilotos) pero se iría ampliando en días posteriores. Había un numeroso grupo de italianos con las Husqvarna 701 que alquilan los chicos de O2Riders, algunas motos de enduro y pocas trail “medias”, desapareciendo por completo las grandes maxi trail que antes llenaban este tipo de encuentros, parece que ahora la gente es más pragmática y no quiere sufrir.

Así que nos juntamos los tres que íbamos con motos “gordas”: David con una BMW F850GS Trophy, Alfredo con la Ducati DesertX más tuneada del mundo y yo con la Rally, un grupo que ya se mantendría hasta el final, nos lo pasamos genial.

Al día siguiente hicimos un bucle de unos 250km alrededor de Alhama, con pistas de todo tipo y muy poco asfalto por carreteras secundarias, muy bonitas. Así que pudimos gozar a tope de los paisajes de esta preciosa zona de España.

La increíble DesertX de Alfredo. No le falta de nada!

Alfredo y David

Desde el primer momento me encontré como en casa sobre la Rally. No deja de ser muy parecida a la moto que estoy disfrutando desde hace más de dos años. En un primer vistazo podría parecer una DesertX con guardabarros delantero alto y unas gráficas llamativas, pero hay mucho más que eso:

DIFERENCIAS CON RESPECTO A LA DESERTX STANDARD:

Las suspensiones son Kayaba pata negra. La delantera es de 250 mm de recorrido y 48mm de diámetro, (230 y 46 en la standard). Las barras no sólo son más largas, también son de cartucho cerrado, mucho más eficientes en offroad. Además, van recubiertas de Kashima Coating y las botellas con DLC, lo que las hace más suaves y resistentes al desgaste. Atrás el amortiguador trasero es de 240mm (220 En la standard). Con pistón de más diámetro (46mm), ajustable en alta y baja velocidad de compresión, rebote y pomo de precarga. En definitiva, unas suspensiones normalmente reservadas a motos offroad de competición.

El pomo para la regulación de la precarga del amortiguador va anclado al soporte del reposapiés del pasajero. Eso hace que si lo queremos sacar se tenga que buscar una forma de fijar la botella.

Ducati dice que el basculante de aluminio tiene un punto de fijación diferente al de la DesertX standard pero eso no lo he podido comprobar ni sé que mejora le proporciona.

Las tijas son mecanizadas, más rígidas (y preciosas).

Otro cambio importante son las resistentes llantas Takasago Excel de 21” x 2,15” la delantera y 18” x 4” la trasera (4,5” en la standard). No son tubeless, mientras que en la standard sí.

Los bujes son mecanizados, más ligeros. Lleva los radios centrados y de acero al carbono.

La altura del asiento es de 910mm por 875 la standard.

El amortiguador de dirección es un Ohlins ajustable.

Lleva guardabarros delantero alto y latiguillos de freno separados.

Cubrecarter de fibra de carbono.

Palanca de freno plegable.

Palanca de cambio mecanizada.

Asiento Rally corrido.

Gráfica específica con vinilos protectores.

Todo un detalle que Ducati haya usado los mismos colores que mi logo 😉

El resto de la moto no varía con respecto a la standard. En este post ( 16.000km con la Ducati DesertX. Lo que me gusta, lo que no, y posibles mejoras.  ) hice un resumen de los dos años y 16.000km que llevo con la DesertX y los pros y contras de la moto, así que en éste no os cansaré con las características que son iguales en las dos motos:

EN MARCHA:

Lo primero que noté es que la posición de conducción es muy similar a la de mi moto. La DesertX standard lleva un manillar muy ancho y con las puntas algo cerradas, ideal para un uso rutero, pero con el que no iba cómodo en off, por eso lo cambié por uno de enduro. El de la Rally me pareció diferente, con las puntas más abiertas y diría que algo más estrecho. Una forma más endurera y offroad muy parecida al que llevo en la mía.

El asiento rally me dio la impresión de ser menos duro y más cómodo que el rally opcional que tengo. Con él, cuando te sientas quedas menos encajonado y con una posición más de moto offroad que en el de la DX standard,

Una vez en marcha, enseguida se notan las mejores suspensiones. Siempre he dicho que me gustan las suspensiones de serie de la DesertX, pero es cierto que son tirando a blandas. Con mis 73kg y mi gusto por las suspensiones suaves voy muy bien si las llevo en la posición más dura, pero pueden llegar a hacer tope en conducción extrema o si el piloto es más pesado.

En la Rally no me atreví a tocar los settings con los que vino, aún así no hice topes. Las KYB me gustaron muchísimo, con ese tacto que tienen las suspensiones de calidad que se lo tragan todo. Son blandas y confortables al principio y se van endureciendo a medida que se comprimen, de forma gradual y progresiva hasta que, cuando parece que van a hacer tope, aún queda un recorrido “gomoso” que evita el tope metálico, Cuesta explicarlo, pero hay que experimentar esa sensación al menos una vez en la vida, da una confianza enorme. He tenido la suerte de llevar suspensiones muy buenas en mis motos y sin duda estas están en el grupo más selecto.

Alberto de O2Riders es un tío muy grande de más de 100kgs. El sí que las puso en un setting más duro y me comentó que le fueron perfectas. También le gustaron los cambios que hay en la Rally, pero especialmente las suspensiones, que en la standard, se le quedan cortas.

El recorrido de la Trip&Track era perfecto para probar esta moto. Esa zona de Aragón recuerda mucho al desierto, el hábitat natural de la DesertX. Pistas rapidísimas donde disfrutar de este maravilloso motor, potente pero dosificable a la vez. El problema es que sin darte cuenta vas a velocidades muy altas, es entonces cuanto te encuentras un reguero o una piedra imprevista y te lo comes. Aquí es donde se notan unas suspensiones de calidad. No sabes cómo, pero has superado el obstáculo sin apenas notarlo. Lo que con una suspensión normal podría haber acabado en un desastre, con éstas es un sustito. Por eso digo siempre que no hace falta ser un Pro para invertir en buenas suspensiones, no sólo son más cómodas y fatigan menos, son sobre todo un elemento de seguridad muy importante. El mejor dinero gastado en una moto.

Al día siguiente, el track nos llevó hasta Teruel. Otra vez un recorrido precioso que alternó una mañana de caminos sinuosos con un final en el que había rectas interminables, en las que sin querer se iba muy rápido. Además, en algunas zonas, la combinación de terreno seco con grava hacía que pareciera que circulábamos sobre canicas. Al principio iba inseguro y tenso, pero cuando le fui cogiendo el tranquillo era hasta divertido. La moto es tan noble y los Dunlop 908 tan adecuados para este terreno, que entrar cruzado en las curvas y salir derrapando era una constante. ¡Adictivo!!

La jornada fue relativamente sencilla y nos dio tiempo para hacer fotos en sitios muy bonitos. El pobre David creo que acabó un poco harto de los dos ducatistas que aprovechábamos cualquier pausa para posturear un rato. Yo pensando en este post y Alfredo para su Instagram “ducatidesertx” con 33.000 seguidores.

Al llegar al hotel de Teruel se nos sumaron el grueso de participantes que hacían sólo la jornada del sábado (Trip&Track Teruel), así que el ambiente era genial.

Recogimos el equipaje que nos habían trasladado los chicos de O2Riders, y ya relajados tras una buena ducha, nos dieron el briefing para la jornada reina del sábado, que constaba de un bucle Teruel-Teruel. Luego de una cena muy animada, unas cuantas copas y a dormir que el sábado sería largo y amenazaba lluvia.

Briefing

Ya se ven bastantes DesertX

Con Javier, que hacía de «moto escoba». El ángel de la guarda de la Trip&Track, siempre dispuesto a ayudar.

El sábado amaneció encapotado. A los pocos kilómetros de salir, el recorrido nos metía por una rambla de arena y piedras sueltas complicada para las gordas. Allí me di cuenta de lo alta que es la Rally. Los 35mm más de altura de asiento respecto a mi moto, son lo suficiente como para que con mis 1,77 de altura, llegue sólo con las puntas al suelo. Mis lesiones de hombros hacen que no tenga la fuerza suficiente para sujetar la moto si esta se ladea, así que, si no me da tiempo a descolgarme, la caída en parado está asegurada. Y pocas cosas me dan más rabia que dejar caer la moto en parado. Para colmo, la Rally venía sin ningún tipo de protección y me rogaron que la devolviera entera, ya que al cabo de poco la tenían que usar en el evento Dos Mares que organiza Ducati. Como os podéis imaginar, viendo el panorama de motos por el suelo, enganchadas en la arena o con embragues quemados, mi preocupación iba en aumento.

Fue cuestión de apretar los dientes y no dejar de dar gas por muchos meneos que diera la Ducati para no quedar encallado. Fue un slalom entre motos atrapadas, pero conseguí salir ileso y con la moto entera. El sofocón fue importante.

Al final de la rambla nos reencontramos con Alfredo, David y Víctor (Instagram roadtoprivilege), que con otra DesertX nos acompañaría los dos días restantes. Los cuatro sudorosos pero contentos de haber superado el obstáculo. La Trip siempre tiene alguna sorpresa de estas, y al final son los tramos que siempre recordamos.

El final de la rambla

Con Víctor y su bonita DesertX Lucky Explorer

Más tarde, el recorrido subía por un camino en fuerte pendiente hasta el castillo de Albarracín. Piedra suelta y curvas cerradas hacían que no pudieras despistarte, pero era difícil no hacerlo, ya que la vista de Albarracín desde arriba es preciosa.

Al cabo de un rato empezó a llover. A nosotros nos pilló en el peor sitio posible, un punto alto, donde se formó mucho barro, que combinado con raíces y piedras hacía muy delicada la conducción. Es este terreno los 908 no estaban nada a gusto y me vino a la cabeza mi accidente en la Rodi Book, con un terreno parecido. Eso hizo que aumentara las precauciones y entrara en modo supervivencia, lo importante era llegar enteros.

De repente me encontré con una fuerte pendiente embarrada, algunas motos encalladas y el fotógrafo de la Trip&Track. Ver a un fotógrafo en un sitio así es señal de zona complicada. Los muy kbrones saben muy bien donde ponerse para sacar fotos jugosas. Por suerte pude superar el tramo elegantemente y las fotos salieron bien. BUFFF!!

Llegamos al hotel calados hasta los huesos. Mi moto no llevaba puños calefactables y tenía las manos heladas. Me hizo falta una buena ducha para entrar en calor, pero estaba contento de seguir la moto y yo de una pieza.

El último día no era un simple trámite, volvían a ser 250km de Teruel hasta Alhama, De nuevo fueron preciosos. Hay que felicitar a Pere y Alberto no sólo por la organización impecable sino también por el recorrido, que se puede hacer con track y GPS o con roadbook, un currazo impresionante.

Ese día no nos acompañó Alfredo que, desde Teruel, se fue en moto hasta Valencia. Así que continuamos David, Víctor y yo. A medio camino nos encontramos con Mikel, el fotógrafo de la T&T y aprovechamos para hacer un poco de postureo y que nos hiciera algunas de las fotazas que acompañan este post.

Aprovechando que era el último día y que ya no había que guardar nada, salimos a por todas. El ritmo fue muy alto. Era consciente de que al día siguiente tendría que devolver a esa belleza y disfruté cada uno de los kilómetros que hice.

Lo que sí es una pérdida importante es el tubeless. Volver a las ruedas con cámara es un atraso. Ducati debería tubelizar esas llantas, hay opciones. Por otro lado, tampoco se nota una mejora importante en cuanto a manejabilidad, ya que la delantera es igual a la de la standard y la trasera es muy poco más estrecha. La única ventaja es que se supone que las Excel serán más resistentes que las de la standard, más vulnerables a los golpes y que se doblan con cierta facilidad (yo las he tenido que cambiar).

Recorriendo esos caminos llenos de ondulaciones, que la Rally absorbía tan bien, volvió a mi recuerdo lo que sentía con la KTM990 S. El sonido y la respuesta del motor en V, la estabilidad y aplomo que tenía en zonas rápidas, la seguridad que daba incluso con la rueda trasera derrapando en cada curva y las sensacionales suspensiones… La DesertX Rally me recuerda muchísimo a ella (ya lo dije con la versión standard pero en la Rally aún me pasa más). Y ese es el mejor piropo que le puedo dar a una trail campera. Sólo echaría de menos el sonido del escape. La Rally viene con el escape de serie de la standard. Diría que suena mejor que en la mía. Pero una DesertX Rally debería llevar el Termignoni de serie para ser perfecta.

Me sentía tan bien que en algún momento me dejé llevar por el entusiasmo y la excitación. No me guardé nada, y aún así no tuve ni un susto. Seguro que os habrá pasado en uno de esos días en los que la moto y tú os fusionais y todo sale fácil. Llegué al final del recorrido cansado, pero enormemente feliz. ¡Que 4 días más perfectos!!

Tras despedirme de Pere, Alberto y mis nuevos amigos Víctor y David ya sólo quedaba devolver la moto, con el alivio de que estaba intacta.

Gracias Ducati España, gracias Ducati Barcelona, gracias Alberto y Pere. ¡Ha sido genial!!

Y ahora la pregunta del millón: vale la pena la diferencia de precio con respecto a la DesertX standard?.

Si lo tuyo es el offroad y los 5.000€ de diferencia no son un problema SI, sin duda. La Rally es una DX que se ha pulido lo justo para hacerla excelente en off sin que pierda prácticamente nada en on. ¡Buen trabajo Ducati!

Y en mi caso, ¿voy a cambiar la mía por una Rally?.

No. Voy a dejar mi DX para rutas más “touring” donde el off sea suave. Con todas las mejoras que le he hecho, (AQUÍ lo explico) la única razón para el cambio serían las suspensiones, y para el uso que le voy a dar las que tengo son más que suficientes. No tengo la fuerza que tenía y la altura de Rally aún me lo pone más difícil. Tampoco quiero perder el tubeless y para hacer el cabra ya tengo la 701… pero seguro que cuando vea pasar una Rally a mi lado recordaré lo bien que me lo he pasado en la Trip&Track y algo de rabia me dará no tenerla 😉

Aquí os dejo las fotazas de Mikel