Creo que uno de los sueños húmedos de cualquier motero es el de poder viajar con la moto a cuestas, al menos era uno de los míos… ¡sueño cumplido! 😀

Hace años que tengo un remolque para dos motos, llevo media vida llevando las motos así y la idea era hacerlo también en la camper. Por eso, al comprar la MAN TGE la pedí con preinstalación para el enganche. El herraje en sí lo instalaron en Julià Camper (mucho más económico que el de origen).

Transportar motos en remolque es práctico y seguro. Es fácil engancharlo al coche y es relativamente sencillo subir y bajar las motos de él. Pero una furgo con remolque es un trasto larguísimo con el que es complicado circular, sobre todo en ciudades y pueblos, y aparcar es casi imposible. Además, también se incrementa considerablemente el consumo de carburante.

Por eso no me quitaba de la cabeza esas imágenes de turistas que viajan con sus motos colgadas en la parte trasera de sus furgonetas, ¡eso sí que mola! Algo similar lo había experimentado en mi anterior pick up, aquí lo explico.

No creo que haya una razón lógica, pero la idea de viajar llevando la moto a cuestas es algo que siempre me ha gustado. En según qué aspectos puede ser más cómodo, y es innegable que es mucho más “cool” que llevarla en el remolque 😉

Furgo, moto, planchas de rescate, ruedacas… a conquistar el mundo!!

Soy de ideas fijas y cuando se me mete algo en la cabeza ya no sale, así que cuando tenía mi anterior VW T6 busqué y busqué, pero sin resultado. Todo el mundo me lo desaconsejaba, esa furgo era demasiado pequeña para llevar una moto pesada detrás y los portamotos que encontré eran de los que van en la bola del remolque y no pueden sobrepasar los 150kgs. Bien para una moto de trial o un scooter, pero insuficientes para una trail.

Ya daba el tema por perdido hasta que un día quedé para salir en moto con mi amigo José Ramón de Viejos Pistones y me apareció con una Guzzi colgada de su Mercedes Sprinter. No había llegado a bajar su moto que ya le estaba machacando a preguntas sobre ese portamotos.

Jose lo había importado de Alemania y me aseguraba que estaba homologado para llevar hasta 300 kgs, incluso me enseñó en certificado alemán TUV que lo demostraba. Llevaba muchos km con este sistema transportando motos pesadas sin tener ningún problema. ¡Se me abrió el cielo!!

A pesar de su recomendación tengo que reconocer que no acababa de verlo claro. Había bastantes cosas que me preocupaban: ¿cómo se comportaría la furgo con la moto colgada atrás?, ¿era homologable en España?, ¿era realmente resistente esa estructura?, ¿sería fácil ponerla y sacarla?, ¿podría subir yo sólo una moto de 200kgs?, ¿cabría la moto con la rueda de recambio de la furgo?… Muchas preguntas que han quedado resueltas.

Lo primero es la homologación. Hace poco que en Julià Camper hicieron el proyecto global de homologación de mi furgo como autocaravana. Para mi alivio no hubo problema para pasar la ITV. Realmente el portamotos es como si fuera un portabicis, mientras esté homologado por el fabricante no hay problema para llevarlo. Por tanto, solo tuvieron que homologar los dos soportes que van atornillados a los largueros del chasis.

La instalación es muy sencilla ya que van en los 4 agujeros donde se atornilla el enganche para el remolque. En cuanto a la parte eléctrica es la misma que para el remolque. Todo muy fácil.

Estas gruesas pletinas de acero atornilladas a los larqueros son lo único que queda fijo en la furgoneta

Una gran ventaja del portamotos sobre el remolque es que prácticamente no ocupa espacio en el garaje. Lo tengo colgado de la pared y queda plano. Para instalarlo en la furgo no es complicado, aunque bastante más laborioso que enganchar un remolque.

Es ligero por lo que no hay que ser muy fuerte para descolgarlo de la pared y llevarlo hasta la furgo.

Lo primero es fijar dos pernos que van roscados a los soportes fijos de la furgo. Se atornillan con la mano sin herramientas. Luego vienen los dos tirantes inferiores que hacen de triángulo para dar rigidez al conjunto. Van con dos pasadores a los soportes fijos y unos clips para que no se puedan salir.

Los dos tirantes que hacen de triangulación por debajo

El siguiente paso ya es poner el portamotos que se apoya en los pernos y se deja en posición horizontal gracias a los tirantes inferiores. Este es el único punto en el que hará falta una llave para apretar las tuercas y contratuercas que aprietan las abrazaderas del portamotos a los pernos. Se enchufa el borne de las luces y listo.

Hay dos rampas de aluminio, una hace de plataforma donde viajará la moto mientras que la otra sirve de rampa para subirla. Una vez la moto está arriba, la rampa se fija al portamotos con unas palomillas. La primera vez que se suba la moto habrá que regular la distancia a la furgo de la que hace de plataforma. En mi caso la tuve que separar un poco para que al subir la moto no tocara en la rueda de repuesto. Una vez puesta a la distancia correcta ya no se tendrá que tocar más.

La moto sube por un lado y puede bajar por el otro

Hay 4 puntos de anclaje para poner las correas que fijarán la moto y lo cierto es que queda muy bien atada. Lo único que le encuentro a faltar es un tope para la rueda delantera que impida “pasarse de frenada” y salir por delante al subir la moto. Con Jose estamos viendo de hacer una.

Con el portamotos entrega una barandilla que sirve para apoyar la moto mientras se atan las correas, pero en mi caso no es necesario ya que la rueda de repuesto de la furgo me sirve de apoyo.

Cuando no llevo la moto, puedo plegar el portamotos y lo fijo con una cincha al soporte de las planchas de rescate. En esta posición es como si no lo llevara, no ocupa nada.

El portamotos una vez plegado

Para subir la moto una sola persona hay que hacerlo con la moto en marcha. El único punto crítico es poder llegar al embrague de la moto. Con la suspensión sobreelevada mi furgo queda alta y llego muy justo al embrague.

Para subir la Tricker o la 500 no tengo problema, son ligeras y las puedo inclinar hacia mí, pero con la 790 tengo que buscar un bordillo para estar más alto o me la podría poner por sombrero.

El hecho de que no haya el tope que he comentado incrementa el riesgo. Estoy pensando en hacerme una pequeña plataforma plegable para subirme a ella y quedar más alto si un día no encuentro el bordillo. Todo eso no es necesario en una camper de altura normal.

En el Salón del Caravaning causó sensación

La primera vez el proceso es farragoso pero una vez lo tenga por mano no creo que esté más de 10 minutos, algo más que con el remolque, pero no mucho.

Hace pocos días salí con la MAN y la KTM 500 a cuestas hasta el norte de Huesca donde hicimos una salida brutal con un grupo de amigos. El trayecto hasta el punto de encuentro fue de unos 400km que combinaban autopista, carreteras rápidas y otras de montaña. Me sorprendió lo poco que noté que llevaba la moto.

Llevo la suspensión de origen y sólo sentía la furgo algo imprecisa en curvas rápidas con apoyos fuertes, supongo que llevando la 790 lo notaré más pero aún no he hecho trayectos largos con ella para comprobarlo, supongo que una suspensión neumática sería lo ideal si se hacen muchos km así.

Incluso se puede utilizar para motos «gordas» como la 790

Una pega a tener en cuenta es que con la moto subida no se puede acceder al maletero desde el exterior. En mi caso, con la cama eléctrica eso no es problema ya que puedo entrar por el interior de la furgo.

Otro punto negativo es la reducción del ángulo de salida de la furgo por culpa de los soportes fijos traseros que sobresalen por abajo. Para hacer offroad serio creo que habrá que sacarlos.

Las pletinas limitan considerablemente el ángulo de salida en offroad

En resumen, puntos a favor y en contra con respecto al remolque:

A FAVOR:

  • Las prestaciones de la furgo apenas se ven penalizadas, es mucho más ágil en aceleraciones y adelantamientos.
  • Menor consumo
  • Aparcar es mucho más fácil
  • No ocupa espacio en el garaje
  • Cuando no se utiliza se puede llevar plegado en la furgo
  • Y muy importante: es más “cool”, no pasarás desapercibido y serás la envidia de tus amigos 😉

EN CONTRA:

  • Más farragoso para montarlo
  • Precio más caro que un remolque
  • Los soportes fijos limitan el ángulo de salida de la furgo en offroad
  • Peso colgado muy atrás

Con todos estos puntos a favor y en contra creo que el balance es positivo y estoy muy contento con la compra. Me permite ir cómodamente a salidas lejanas o encuentros moteros sin gastar las ruedas de tacos y puedo dormir en la furgo como hice en Huesca.

Pero donde creo que realmente le sacaré partido es en viajes largos con mi mujer. La idea es llevar la pequeña y ligera Tricker que nos servirá para hacer excursiones a duo, visitar pueblos y ciudades, hacer exploratorias… ¡Queda mucho por ver!!

¡La Tricker queda perfecta!

Si os interesa este portamotos lo podéis encontrar aquí: web Viejos Pistones. También los venden en Julià Camper.

Incluso puedo llevar la e-bike