Balkans Tour ’18. Días 18 y 19: Hellas Rally y Atenas. Fin del viaje.

Isaac Feliu, feliz en la llegada

Otro que más de lo mismo es Sergi Wap. Tras la fortísima caída de ayer de la que milagrosamente salió ileso estuvo reparando su destrozada KTM990 hasta las tantas de la madrugada. ¿La recompensa? Acabar el rally.

Otro más que feliz: Sergi Wap, el zorro

Y Enric Farre. Enric tuvo un grave accidente en Mauritania, en el Internacional Rally. Lo cierto es que nos hizo sufrir mucho ya que las heridas eran graves. Tras una larga recuperación ha vuelto a correr y ha acabado el Hellas. Al acabar lloraba como un crío. Sueño conseguido.

Enric Farré, eufórico

De repente me llevo una gran sorpresa. Veo llegar a Joan Casals. En el post de ayer comentaba que se había vuelto a caer y tenía el pié muy mal. Pues bien, tras tenerlo unas horas en hielo ha conseguido meterlo en la bota y ha salido, sin instrumentos de navegación ya que los tenía destrozados ha ido siguiendo participantes y ha acabado. ¡Que bestia!! Casi no puede caminar pero la felicidad hace que se olvide de ello. ¡Bravo Joan!!

Joan Casals, es de otra galaxia, un arbussianu

Y muchas otras historias que me habré perdido. Para la mayoría de gente «normal» correr estos riesgos les puede parecer una estupidez. Yo creo que es una muestra de superación ante las adversidades que se puede aplicar en el deporte o en cualquier otra faceta de la vida y que nos hace más fuertes. Mi admiración para todos ellos.

El gran Martín Solana

No sé si algún día correré un rally así, puede que ya sea tarde para mí. Pero viéndolos llegar tan felices tengo que reconocer que me entra el gusanillo, es emocionante.

También me he podido hacer una foto con el gran Heinz Kinigardner mi ídolo de juventud y con Chris Birch, el gran vencedor de su categoría, los dos unos tipos amables y cercanos. Por cierto Birch está emocionado con la KTM 790 Adventure, dice que es la KTM que los amantes del off road esperamos. Pronto lo sabremos.

El potentísimo equipo KTM

Ya solo quedan unos kilómetros hasta Olimpia. Llego allí con una mezcla de sentimientos, alegría por haber acabado este maravilloso viaje sin ningún contratiempo y con ganas de ver a la familia… pero también tristeza porque esto se acaba, en pocos días tocará volver a la rutina diaria y no despertarme con a esa fantástica sensación de no saber que puede pasar durante el día y que nuevos paisajes voy a descubrir.

Viene la peor parte del viaje: hacer el equipaje y subir las motos y bártulos a los camiones que las llevarán a sus destinos. Mi último reto es subir a Bellissima al camión por una estrecha y empinada rampa. Mi primera tentación es pedir ayuda y subir con la moto al lado pero de repente veo a Salva con su GS1200 subir montado y del tirón como si nada, bueno, como si nada tampoco, su cara de alivio al llegar arriba sano y salvo era muy reveladora 😉

Me mira y no hace falta que diga nada: Jaume, te toca!! Que cabr**!!

Me imagino el desastre que puede pasar si algo falla y no quiero que el viaje acabe así. En estos casos nunca hay que mirar abajo, siempre al punto al que se quiere llegar, esa es la teoría pero… Encaro la rampa miro al interior del camión, gas y arriba!! Que alivio al poner los dos pies en el suelo!! Y que contento de no haber dado opción a los que esperaban abajo con las cámaras preparadas!! ?

5855 Km desde que salí de casa

Tras la cena con los amigos donde todo son caras de agotamiento y felicidad vamos a la entrega de premios. Isaac Feliu y Marc Solá han quedado terceros de sus respectivas categorías. ¡Grandes!!. Luego me voy al hotel. Al cabo de una hora y media sonará el despertador para ir en coche a Atenas.

Bonitas callejuelas y en lo alto la Acrópolis

He encontrado un sitio que me ha gustado y me he quedado a desayunar. Mientras recargaba el móvil he aprovechado para escribir la crónica de ayer. Error!!

Cuando he llegado a la Acrópolis ya estaba completamente invadida por el ejército armado con los palos selfie. Horroroso, costaba caminar. He estado a punto de dar la vuelta pero ya estaba allí y los edificios se veían imponentes.

Me he quedado y me alegro, es algo que hay que ver al menos una vez en la vida. Es una maravilla y su situación allí arriba permite unas vistas espectaculares de la ciudad.

No hacen falta comentarios, una maravilla.

Luego he bajado a pasear por el casco antiguo. En algún momento debía ser bonito, antes que las tiendas de souvenirs cutres y los restaurantes para turistas lo invadieran todo. Completamente masificado de turistas (como yo) y con todo pensado para que gastemos nuestro dinero.

Vas caminando y por todos lados aparecen ruinas y edificios antiguos. Cuanta historia hay en esta ciudad!!

Buscando y rebuscando he conseguido meterme por calles secundarias donde había menos gente. Aquí los grafiteros hacen horas extras. He encontrado un restaurante tranquilo y he pasado un buen rato.

Los griegos lo están pasando mal… y se nota

Sin apenas haber dormido y con el cansancio que llevo en el cuerpo no creo que haya sido el mejor día para visitar Atenas. Aún así es una ciudad potente y con muchos atractivos que merece ser visitada con más calma.

En unas horas llegaré a casa. Mañana a trabajar y volver a la rutina. Pero el recuerdo de este viaje quedará para siempre.

Lo cierto es que lo que empezó como un «plan B» tras el fiasco del viaje a USA, ha acabado siendo un planazo a pesar de las prisas en organizarlo. Ha salido perfecto y lo he disfrutado muchísimo, espero que se haya notado en las crónicas que he ido colgando y que, por lo que me han ido comentando, servirán para que más de uno haga un recorrido similar. Os lo aconsejo.

¿Que tiene viajar en solitario que me ha enganchado tanto?. ¿Superar temores?, ¿Salir de la zona de confort?. ¿Tener que tomar decisiones sin la ayuda de otros? … Supongo que un poco de todo. La cuestión es que no hay vuelta atrás y espero poder seguir haciéndolo. A medida que pasaban los días me sentía más seguro, más cómodo. Improvisando, cambiando de planes, sin forzar decisiones, dejando que el viaje fluyera y me atrapara… Este es el viaje más largo que he hecho hasta ahora, tenía mis dudas sobre si se me haría pesado pero lo cierto es que habría seguido más días sin problema. Además he tenido la suerte de no tener ni un solo percance y con el añadido de ir con Bellissima, mi fiel compañera de viaje que se ha portado como una campeona. ¡Que gran moto!!

Un agradecimiento enorme a Pablo Silván de Ducati Ibérica que han vuelto a apoyarme en mis locuras y se mantuvieron firmes a pesar de la desilusión que tuvimos todos teniendo que anular el viaje a USA.

Y por descontado gracias a mi familia y en especial a Claire que me deja escaparme por estos mundos de Dios sin una queja, querida compañera, siempre a mi lado.

Muchas gracias a todos y a los que leéis mis tostones, me he sentido muy acompañado.