¿A que me sienta bien?

Una vez más llegaba el salón EICMA de Milán. Pero este tenía que ser especial ya que por fin iba a ver las dos candidatas a ser mi próxima moto: las esperadísimas Yamaha Ténéré 700 y KTM Adventure R.

En un momento en el que tengo mucho trabajo no podía permitirme una visita de más de un día, así que se trataba de aprovecharlo al máximo y las 5:30 de la mañana ya estaba en el aeropuerto. Desgraciadamente al llegar a Italia no pude evitar las terribles colas de las autopistas italianas y hasta las 10 no entraba en la feria.

Lo bueno de poder ir el día reservado a prensa y profesionales es que hay mucha menos gente que el resto y se aprovecha bien el tiempo pero ni así pude evitar pasarme el día corriendo de un pabellón al otro. A las 13h se presentaba la KTM así que empecé por ir a ver la Ténéré. 

Como siempre el stand de Yamaha era uno de los más impactantes del Salón. Creo que Yamaha presentaba varias novedades pero francamente pasé de ellas. A mí sólo me interesaba una moto. Y allí estaba, la nueva Ténéré 700 junto al prototipo T7 que enseñaron en un ya lejano 2016.

Un día antes se había presentado la moto en primicia por lo que ya circulaban muchos datos de ella. Sobre la potencia se hablaba de unos 75 CV que al final son 73. El peso se mantiene aún hoy en blanco en la página web de Yamaha. En el stand me decían que «unos 205kg llena». Respecto al precio me dijeron que «alrededor de 10.000€» y cuando pregunté cuando estaría en las tiendas «antes del verano». Flipante. No entiendo que una moto de la que llevan hablando tres años se presente aún sin datos relevantes ni te puedan decir cuando la podrás tener. 

Impresiones:

Al natural es aún más bonita que en fotos.  Tiene aspecto de moto ligera y aventurera. El concepto es clásico pero muy bien puesto al día, un poco como hizo Honda con su Africa. Yamaha no ha arriesgado en el diseño excepto en el frontal transparente con cuatro focos de led pero ha conseguido una moto que estéticamente gustará a la mayoría.  La ofrecerán en tres colores: negro, negro-azul y blanco-rojo. Como era de suponer la que más me gusta es la blanca, la encuentro preciosa.

El guardabarros delantero es bajo pero me pareció ver que tiene la opción de elevarse unos cm, algo que encuentro muy importante en este tipo de motos. En cambio no me gustó nada que los latiguillos de freno delanteros hagan un puente sobre él. En una moto para off road prefiero latiguillos independientes a cada lado tal como lleva la KTM990. Por suerte eso se puede solucionar sin demasiadas complicaciones como ya hice en mi Super Ténéré 1200.

Dos bonitos discos floreados de 282mm y uno trasero de 245 tendrán que ser más que suficiente para parar una moto de 200kgs. Lleva ABS desconectable pero creo que no tiene la opción para off road que llevan otras trail de más cilindrada. No supe ver el interruptor para desconectarlo, diría que se debe tener que hacer desde el tablero de instrumentos y no desde el manillar como sería deseable. Este aspecto no lo puedo asegurar.

Las suspensiones de 43mm de diámetro, 210 de recorrido delante y 200 detrás me parecieron lo más flojito de la moto. Han calcado los recorridos de la antigua 660 pero afortunadamente poniendo unas horquillas invertidas. Creo que sólo son regulables en rebote la delantera y precarga la trasera. Seguramente serán más que suficientes para la mayoría de usuarios pero las veo cortas para un uso intensivo en off road. Es una pena que Yamaha no tenga dos versiones como hace KTM con una pensada para los que nos gusta más el campo que la carretera con suspensiones largas y de mejor calidad.

La cúpula y el faro delantero están muy bien resueltos y como decía antes le dan un aspecto moderno a una moto de corte clásico. En cambio los intermitentes siguen siendo los feos y anticuados de siempre y los de led parece que serán una opción.

Siguiendo con la parte delantera, no vi el tablero en funcionamiento pero no me gusta la orientación vertical que tiene, lo preferiría apaisado lo que dejaría más espacio por arriba para poder poner GPS o roadbook. Ya lleva incorporado un soporte para GPS pero por culpa del tablero queda muy alto.

He leído muchas críticas sobre el embrague por cable y en cambio yo lo prefiero. Lo noté muy suave y el cable nunca me ha dado problemas, cosa que sí me ha pasado con el hidráulico. Si el embrague se fatiga es mucho más fácil darse cuenta con el de cable que con el hidráulico.

A nivel bastidor poco puedo decir sin haberla probado. Me gusta mucho que hayan puesto unos tubos desmontables que pasan por debajo del motor y que permiten que el cubre cárter no tenga que ir fijado al motor como pasa en la mayoría de trails. Eso sí, esos tubos podrían haber tenido un aspecto un poco más refinado. El protector de motor tiene un grosor tan fino que dudo que aguante muchas pedradas.

Muy bien que los estribos del pasajero sean desmontables. En cambio el subchasis va soldado al resto del bastidor. El conjunto, tal como es habitual en Yamaha da impresión de robustez. Los estribos del piloto son demasiado estrechos y van fijados a una bonita y bien acabada pletina. 

Con 880mm de altura de sillín no es baja pero comparado con mis dos motos anteriores (660 y 990) tampoco excesivamente alta, es el precio que hay que pagar para tener una buena altura libre al suelo (240mm). El problema vendrá si se quieren poner suspensiones más largas. Con las de serie y mis 1,78 llego mejor que con mis anteriores XTZ660 o 990S pero sin llegar a poder poner los pies planos en el suelo.

No llego al suelo con los pies planos, solo las plantas.

Subido a ella no da la sensación de moto grande y se nota estrecha. La posición es muy natural y cómoda tanto sentado como de pie. Lo más notorio es la joroba de la parte superior del depósito que sube mucho en la parte delantera. El asiento de una pieza parece cómodo y no tiene la joroba del de la 660 que te dejaba encajonado. Lo que no sé es si el pasajero se escurrirá hacia adelante. Los agarraderos deben ser opcionales ya que no llevaba.

La posición sobre la moto es muy natural

El escape tiene una única salida lateral y el silencioso queda bastante bajo (ojo con vadeos profundos) y parece que expuesto a las caídas. Puede tener ventajas a la hora de llevar alforjas o equipaje pero lo habría preferido más alto y pegado a la moto. El silencioso de serie es de los más bonitos que he visto en una época en la que por culpa de las normas anti-contaminación son cada vez más feos y enormes. Más bonito aún es el Akrapovic opcional que con esa salida lateral le da aspecto de moto dakariana. Además las protecciones de carbono del Akra son mucho más bonitas que las del de serie.

No acabo de entender para que son las abultadas tapas laterales bajo el asiento. ¿Llevarán allí los componentes eléctricos? no lo parece. Si están huecas serían ideales para llevar herramientas o aún mejor como depósitos de gasolina auxiliares ya que por mucho que me digan que con los 16 litros del tanque se pueden hacer 350km los encuentro escasos. Para mí lo mínimo en una trail aventurera son 20 litros de gasolina. Y ya que he hablado del depósito, diría que en Yamaha se han esforzado para dejarlo lo más estilizado y pequeño posible pero por el camino se ha perdido el atrevimiento y modernidad del precioso depósito de aluminio del prototipo T7. Todo ello me hace pensar… ¿habrá versión Adventure con más capacidad de gasolina y suspensiones «buenas»?. No sería de extrañar, es lo mismo que ha hecho Honda con la Africa Twin Adventure Sport. Ojalá. 

¿Que debe haber bajo esas tapas laterales?

 

Supongo que las tapas negras que hay bajo el asiento albergan el airbox y filtro del aire lo que asegura un fácil acceso. Sin embargo me gusta más la idea de filtro situado alto como en la KTM990 o en la WR450. Ahí arriba es muy difícil que pueda entrar agua en un vadeo y se ensucia mucho menos que bajo el asiento.

Y llegamos al motor. El CP2 de 689cc se ha demostrado como un motor super fiable en la MT07. Además es una delicia de funcionamiento. Cuando probé esa moto lo primero que me vino a la cabeza fue lo bien que quedaría metido en mi 660. En la Ténéré lo han dejado con 73 CV que pueden parecer pocos. He leído muchas críticas comentando que con esta potencia no se podrá viajar en pareja. Parece que ya nos hemos olvidado que las Super Ténéré 750 daban 69 y la Africa Twin 60, con 15 kgs más de peso… y con eso se ha viajado en pareja por todo el mundo. Nos hemos acostumbrado a los 100CV y ya todo nos parece poco. A cambio tenemos que ir equipados con todo tipo de ayudas electrónicas para no ponernos la moto por sombrero.

Cierto, me habría gustado más potencia, pero no voy a criticarla hasta haberla probado. Habrá que esperar…. 

No me gusta nada el larguísimo reenvío del cambio y sí el caballete lateral (¿de aluminio?). El caballete central creo que será opcional.

Una de las motos expuestas iba equipada con un montón de accesorios: Protecciones laterales, faros auxiliares, unas bonitas maletas de aluminio… en cambio no parece que esté prevista una parrilla trasera cosa que me extraña mucho.

Comparada con mi ex XT660Z:

Con las modificaciones que hice en mi 660 conseguí tener una moto muy polivalente, cómoda, con la que podía hacer largos viajes e incluso participar en rallys, durísima y fiable pero a la que claramente le faltaba potencia. Era una moto con la que no habría dudado ir al fin del mundo pero a la que le faltaba «chicha» y le sobraban kilos. Lo máximo que le pude sacar a base de modificaciones fueron unos voluntariosos 56CV (de serie 49CV) y adelgazarla hasta los 200kgs llena (con 23 litros de gasolina). Aquí podéis ver los cambios que le hice.

Conceptos similares, resultados diferentes

Cuando Yamaha anunció la T7 pensé que sería mi moto si sacaban algo parecido a la 660 con mejores suspensiones (yo las cambié) y más potencia. Es justamente lo que han hecho.

En algunos sitios he leído críticas de que la nueva Ténéré es una simple evolución de la 660. Yo no lo veo criticable sino todo lo contrario. La 660 era ideal para los que quieren una moto para todo y que no de problemas. Sencilla y eficaz. La nueva Ténéré creo que tiene ese ADN pero con casi 20CV más.

Respecto al peso, también muy comentado, resulta que pesa unos 189 en vacío, igual que la nueva KTM 790 y lo mismo que la mono 660. Francamente, no creo que se pueda esperar menos peso en una bicilíndrica si no se usan materiales especiales y carísimos. La verdad es que pensaba que pesaría más.

Otra cosa será el reparto de pesos. En la 660 iba muy alto y adelantado, eso hacía que fuera cabezona. Esa combinación de peso y poca potencia la hacían horrible en arena (en Marruecos sufrí mucho en las dunas). La 700 parece ir en la misma línea, el motor es muy alto, el carter húmedo ocupa bastante espacio bajo el motor junto con el colector del escape y eso hace que el conjunto quede más alto de lo normal. Habrá que ver si eso se nota en la conducción o no.

Conclusiones:

La impresión que me da esta moto es que puede ser la compañera fiel con la que se pueda viajar al fin del mundo, ir a buscar el pan, salir el fin de semana a hacer el cabra con los amigos o ir al trabajo. Dará mucho a cambio de muy poco. Y todo a un precio razonable.

Para los que exigimos un poco más que eso me faltarían unas suspensiones mejores (igual pruebo las de serie y me llevo una sorpresa), más capacidad de gasolina y por descontado una parrilla trasera. También intentaría quitarle algunos kilos poniendo un escape más ligero y ver si hay posibilidad de conseguir algún CV más sin perjudicar la fiabilidad. Ah! y un cubre cárter que no sea simplemente decorativo.

Con esto creo que se puede tener un conjunto muy equilibrado. No tendrá la patada ni me dará la excitación que tenía en la 990 (excesiva en algún momento) pero será un gran salto adelante con respecto a la 660. 

¿Es suficiente como para que me la quede? Sin duda. De no ser porqué a las 13h iba a ver a la otra candidata en liza, la KTM790 Adventure R.

Eso os lo contaré en el próximo post 😉

Me quedo con el diseño más atrevido del proto T7

Post sobre la KTM 790 Adventure