Buen día de pruebas de motos.
El sábado pasado pude hacer algo que me encanta, probar montones de motos. La mayoría no eran de las que más me gustan pero ¿que más da si tienen dos ruedas y un motor?.
Motos Ausió organizaba el Yamaha Weekend donde dejan probar la gama Yamaha . Les faltaba un guía y me preguntaron si querría serlo. Lógicamente dije que sí, lo hice el año pasado y me encantó. Se trata de ir abriendo o cerrando el grupo de personas que van probando las motos y aprovechas para ir cogiendo las que van quedando libres.
O sea que en un sólo día pude probar dos scooter: XMax 400 y TMax 530; dos naked: MT09 y MT07; dos trail: XT660Z y XT1200Z; una custom XV950R Bolt y una touring: FJR1300. Una orgía, vamos.
La jornada fue un éxito. Vino mucha gente a probar motos. Un buen catering y la simpatía de esa gran familia que es el equipo de Ausió redondearon un gran día.
No soy muy de scooters pero la primera que pillé fue el TMax 530 con un escape Akrapovic que sonaba a música celestial. Ya lo pude probar el año pasado y quise repetir, me encanta. Ese bicilíndrico de 530cc es fantástico. Es un scooter de carreras, super deportivo: acelera como un tiro, frena, se aguanta… una maravilla. Lástima que no tenga un depósito para llevar entre las piernas 🙂
Justo después probé el XMax 400 y lógicamente lo noté mucho más tranquilo, aún así el monocilíndrico funciona muy bien. Es un scooter muy agradable y bien acabado.
Las MT09 y MT07 ya las había probado, de hecho tengo unos post en este blog (prueba de la MT09 y MT07). Me fijé en la gente que las probaba y bajaban con una sonrisa de oreja a oreja y es que las dos van muy bien. Ojalá que Yamaha no se limite a hacer unas motos estilo TDM y se decidan realmente por unas trail. Con cualquiera de los dos motores acertarían.
Si, quiero un motor de estos para mi Ténéré!!
Quise reencontrarme con mis queridas XT. Primero la 660. Fue como volver al día en que estrené la mía. Ese motor dulce, el sonido apagado de su escape, los petardeos al reducir… me encanta. Si, le falta chicha, es pesada, las suspensiones son normalitas… pero es tan equilibrada!! Me la volvería a quedar aunque no le pudiera cambiar ni un tornillo. Una trail auténtica, la compañera ideal para ir al fin del mundo.
Luego prové la 1200. Eso sí que fue un revival. ¡Qué recuerdos!. Los cambios que le ha hecho Yamaha a la versión del 2014 no son radicales pero la hacen aún mejor. Como que me la quedé el resto del fin de semana os pondré un post detallado de mis impresiones.
No pude resistirme a probar la Bolt. Nunca antes había probado una custom, no es un concepto de moto que me atraiga en absoluto pero esta la encuentro preciosa. Tenía la curiosidad en intentar entender que es lo que le encuentra la gente a ir sentado en un asiento duro, con los brazos y piernas estirados en una posición forzada, en ir con unas suspensiones anticuadas, un motor justo debajo de las pelotas… y después de probarla sigo sin entenderlo!!. La verdad es que el bicilíndrico en V funciona muy bien, es suave, potente, refinado… nada que ver con el traqueteo de un Harley. Corre mucho pero si lo haces corres el peligro de que los brazos se te alarguen de tal manera que todas las camisas se te queden cortas de mangas, la aerodinámica no es su fuerte. Luego llegaron las curvas… y los sustos!!. Los estribos van tan bajos que tocas en cada curva. En fin, me gustó probarla pero no me veréis con una de ellas… a menos que sea para tenerla de decoración en el salón de casa, preciosa!!
Intentado ambientarme… imposible con ese casco y traje. No pega nada!!
Y aquí pillé infraganti al amigo Ignasi que participa a menudo en este blog. Dejó su flamante Super Ténéré 1200 2014 para probar la Bolt
Sólo quedaba la FJR1300. Es de esas motos que aunque no te la pienses quedar vale la pena probar. Una auténtica maravilla para recorrerse el mundo a ritmo de vértigo. El cuatro cilindros es un prodigio de suavidad y potencia, con un sonido increíble, redondo… No tengo experiencia en estas motos touring pero me parece muy sport. La posición del cuerpo queda bastante inclinada hacia adelante y la moto pide guerra. Por autovías subes eléctricamente el parabrisas y puedes rodar sin despeinarte a velocidades en que los puntos del carnet se volatilizan. Lo más espectacular de todo es que casi no tienes que cambiar de marcha, tiene unos bajos tan espectaculares que te olvidas del cambio.
En el próximo post os explico que me pareció la Yamaha XT1200Z Super Ténéré 2014.
Como siempre, Jaume, fantástico en tus explicaciones. Gracias por compartir. Yo te leo encantado y con mucho interés por todo lo que aportas al mundo de las dos ruedas.
De nada amigo, es un placer poder compartirlo.
Saludos!
maravilloso jau!!te espero por buenos aires amigo mio!!
Me encantaría poder venir. Lo mismo te digo si te escapas por Catalunya!
Saludos!!
Desde luego me pillaste en bragas… Y el casco no pega nada con la moto, evidentemente.
Yo me divertí un montón con la Bolt, aunque como dices no la compraré hasta que tenga 85 tacos y sea lo único con lo que llegue al suelo y me dé confianza, jeje…
No pega no… 🙂
Creo que tu con 85 tacos aún no necesitarás una moto así! jajaja