Muy al último momento pero al final pude participar en el primer Trip & Track organizado por Motoabast.
Era la primera vez que se organizaba este evento pensado para motos trail. 350 km con un 80% de recorrido off road que dieron mucho de sí.
Llevo muchas semana de moto y con rallys a la vista y el evento duraba casi los tres días del puente del 1 de mayo, así que no quería apretar más en casa. Por eso le prometí a Pere, el organizador, que iría sólo un día para saludar a los muchos amigos que estarían allí pero al final no me pude resistir; soy muy débil, la cosa prometía y Pere es un liante de cuidado…
Tras el viaje a Marruecos había estado repasando la moto y pensaba acabarla justo ese fin de semana pero me puse las pilas y el viernes por la tarde la pude dejar lista. La cargué en el remolque y salí disparado, tenía que llegar antes de las siete al camping la Noguera en Sant Llorenç de Montgai (Lleida) a casi dos horas de mi casa.
A las siete menos cinco estaba allí. Creo que fui el último ya que la gran mayoría de los participantes habían aprovechado para conocer esa preciosa zona de la provincia de Lleida e instalarse en el camping.
Conseguí inscribirme, entrar la moto en el parque cerrado y montar la tienda en tiempo récord para estar en el briefing a las ocho en punto. El ambiente era fantástico, casi setenta inscritos (creo que 66) de diferentes partes de España y como siempre los del Team Norte Trail ejerciendo a fondo de vascos: venían siguiendo un track y les había pasado de todo: caídas, averías, enganchadas… tras pasarse muchas horas de bricolaje podrían salir al día siguiente pero algunas de sus motos estaban tan parcheadas que sería difícil que acabaran.
Pere consiguió, no sin esfuerzo, que le prestáramos un rato de atención, había muchas ganas de juerga y pocas de estar sentados y callados. Tras él los de la AMM nos dieron unos sabios consejos y Rafa Cabanillas de Naviservi explicó el funcionamiento del Tripy ya quee muchos participantes se atrevieron a usarlo. Y para el dakariano Enric Martí y para mí un regalo: un montón de hojas que teníamos que pegar para convertirlas en road book.
Mientras los otros tomaban cervezas Enric y yo íbamos pegando las hojas… luego vino una animada cena con gente a la que hacía tiempo que no coincidía, el ambiente era genial y mientras seguían con las copas a pegar hojitas otra vez… que duro es eso del papel!!. Luego pasé de pintar las viñetas para poder estar un rato con los amigos.
La noche fue corta ya que a las seis empezaba el desayuno. Ambiente de Dakar. Caras de sueño (o de resaca) pero muchas ganas de ir en moto.
Las reglas del evento era que tenían de ser grupos de tres pero Pere nos dejó salir solos a Enric y a mí para que pudiéramos entrenar con el road book y de paso ver que tal había quedado ya que lo habían confeccionado a partir del Tripy. El resto iba con GPS o los Tripy y en el recorrido habían waypoints que marcaban tres puntos en los que se tenían que tomar fotos, además de las gasolineras, puntos donde era fácil ser rescatado en caso de avería, carreteras donde atajar si se iba tarde o el punto donde nos esperaba un desayuno de parrilla a media mañana. Un camión de asistencia, un quad y varias “motos escoba” completaban una gran despliegue con todo muy bien organizado.
Poner el road book en la moto me llevó un rato así que salí de los últimos. Pude disfrutar viendo todas las motos que habían por allí, un parque cerrado espectacular con trails de todo tipo, preciosas. Desde clásicas Africa o Dominator hasta las últimas GS1200 o 800, no faltaban KTM 990, 1190, una Super Ténéré 1200, Triumph… está claro que el trail está más vivo que nunca.
El inicio del recorrido era muy rápido. Pere nos aseguró que alguien lo había podido hacer con una RT así que no íbamos a sufrir… que mentiroso es el tio!!
Ir solo me permitía ir más rápido que al resto así que fui adelantando a los grupos que me precedían. El road book estaba muy bien marcado y la ser pistas anchas no era difícil de seguir. Creo que en otras ediciones del evento la organización se podría plantear ofrecer la opción de usar papel para aquellos que lo deseen.
De Sant Llorenç fuimos hacia Santa Linya, de allí a Ager y subimos hasta el Montsec donde pudimos disfrutar de las maravillosas vistas y hacer la primera foto que pude compartir con los amigos del programa Motos x 1000 y Judith Obaya que iban haciendo un reportaje del evento.
De allí hacia Tremp y la Pobla de Segur bordeando el bonito embalse de Talarn y parando a almorzar en un merendero en medio del bosque donde pudimos reponer fuerzas con carne a la brasa, pan con tomate…
Salvo un pequeño despiste en un pueblo todo me fue bien, el paisaje era precioso y seguir el road book sin la presión de la competición me divertía. El recorrido fue siguiendo hacia el norte y los caminos eran cada vez más exigentes y divertidos. Pasamos por Pujol, Bretui, Sellui… el camino subía sin parar y recuerdo superar los 1500 metros. Llegamos al punto de la segunda foto.
Una bajada espectacular nos llevó a Baró y por carretera a Sort donde en una gasolinera aproveché para repostar y cambiar el rollo del road book. De allí fuimos subiendo y bajando sin parar hasta Organyà y Coll de Nargó. Allí me encontré con Bingen, uno de los vascos. Su pobre GS había dicho basta con el cardan fastidiado. Luego me enteré que otra GS también se había tenido que retirar con el embrague fundido, una Triumph con el carter roto… el parte de guerra era largo…
Tercera y última foto
Llegué al punto donde se podía continuar por carretera hasta el camping o seguir el track off road. Iba muy bien de tiempo y me lo estaba pasando en grande así que seguí la opción “sucia”. A partir de aquí es donde me gustaría ver pasar al mito de la RT, el terreno se volvía muy pedregoso con subidas y bajadas realmente complicadas. 350 km como los que estábamos haciendo tienen tela y si cuando más cansado estás la cosa se complica se pueden hacer muy largos. Con mi moto super preparada y mi experiencia en campo me notaba ya “espeso” por lo que los de las motos gordas, algunos de ellos con poca experiencia en off road, iban a tener bastante guerra.
Pere tenía previsto que llegáramos al camping sobre las siete si hacíamos todo el recorrido. Llegué sobre las 16:30 y los vascos ya llevaban un buen rato allí… vaya máquinas!!. Mientras esperaba que fueran llegando el resto aproveché para comer algo, desmontar la tienda, cargar la moto… llegaban a cuenta gotas, el recorrido pasaba factura, así que me tuve que ir casi sin despedirme, me supo mal no poder disfrutar del fin de fiesta pero había que hacer puntos en casa…
Luego me he enterado de que llegaron casi todos pero bastante tarde, algunos de ellos lo hacían a las 00:30, tras 17 horas de moto!!! unos cracks que ya se quieren apuntar a la próxima. Queda claro que somos masoquistas, cuanto más sufrimos más nos gusta!. Por la noche creo que hubo cena, fiesta… y yo que me lo perdí… Tras el desayuno del domingo todos a casa.
En definitiva una iniciativa fantástica que estoy seguro se repetirá. Un gran aplauso para Motoabast y el equipo. En el 2016 no faltaré y esta vez iré a todo!!
Deja tu comentario