Este año cumplíamos muchos años de casados (lo años no os los diré 😉 ) así que Claire y yo decidimos tirar la casa por la ventana y hacernos un regalo de tres semanas de vacaciones en USA. El viaje ha sido sin moto pero tan fantástico que aún así quiero contarlo en el blog ya que no será fácil que se vuelva a repetir.
No, no ha habido moto pero si que ha habido off road y me ha gustado tanto que haré lo posible por volver en moto. Esa zona es un paraíso para el trail.
Ya habíamos estado antes en EEUU (ella más que yo) y nos encanta. Lo cierto es que la primera fui con ciertos perjuicios hacia los americanos pero me los han hecho tragar todos. Desde entonces cada vez que voy vuelvo más enamorado de ese país y de la gente que me he encontrado.
En nuestro primer viaje fuimos a Seattle y visitamos Yellowstone pero nuestra base de operaciones fue Sun Valley, una estación de ski en Idaho donde tengo familiares y donde acabé rodando en una enduro prestada por un desconocido. En el segundo visitamos los parques de Yosemite y Sequoya haciendo base en San Francisco en casa de unos amigos, allí me quedó claro que en USA es casi imposible perderse ya que siempre encontrarás a alguien dispuesto a guiarte y ayudarte en lo que sea.
Pero la constatación de la generosidad y hospitalidad americana ha sido en estas vacaciones donde he viajado tres semanas en el 4×4 de alguien al que sólo conocía de Internet y que nos ha acogido en su casa como si nos conociéramos de toda la vida, increíble.
El plan era hacer un «tour» por varios parques nacionales en Utah y Arizona pero sobretodo conocer el Grand Canyon un sitio al que quería ir desde que de niño me regalaron un libro con fotos de él y quedé fascinado. El avión nos tenía que llevar a Salt Lake City, allí alquilar un coche o una motorhome y visitar los parques de Brice, Zion, Grand Canyon, Monument Valley, Capitol Reef, Arches y Canyonlands. Parece mucho pero no están lejos unos de otros y tres semanas dan para mucho.
La moto me ha dado mucho, principalmente conocer a mucha gente fantástica, física o virtualmente. Uno de los foros en los que participo habitualmente es AdvRider, un foro internacional de motos y especialmente de viajeros que me encanta. Uno de los posts está dedicado a la Super Ténéré y allí me pasé buenos ratos mientras la tenía. Como siempre pasa en estos casos hay tipos con los que tienes más feeling que con otros y había un americano cachondo con el que nos lo pasábamos muy bien metiéndonos el uno con el otro.
Sabía que era de Salt Lake City y no podía dejar pasar la ocasión de conocerle si aterrizaba allí. Enseguida se interesó por mi viaje y por mucho que intenté convencerle de que no era necesario, acabé con su coche, su tienda de campaña, su equipo de acampada y conviviendo con su familia en la casa de veraneo que tienen en un lago. Un fuera de serie.
El viaje no ha podido ir mejor, los parques son absolutamente increíbles y pesar de ser agosto en la mayoría de ellos no hemos encontrado masificación de público. Nos ha encantado conocer esta América profunda, pasar por pueblos de 4 casas en medio de la nada, por desiertos que me hacían pensar en Marruecos, por las reservas donde malviven los indios, por pistas y carreteras desiertas… ha sido toda una experiencia inesperada que ha añadido un plus de aventura que francamente no esperábamos.
Lo que más me gusta de USA es ese punto de libertad que en Europa hace tiempo que hemos perdido. Claro que hay leyes pero no hay una ley sobre otra como no pasa aquí en nuestro continente hiper regulado. Nunca habría esperado poder hacer off road por pistas y caminos en el corazón de un Parque Nacional que es la zona más protegida del país. Que deciros de las «áreas recreacionales» donde hay infinidad de pistas y senderos por donde circular con ATV, quads, 4×4 y motos por los paisajes más espectaculares que os podáis imaginar.
También estuvimos en Moab, el centro de los deportes de aventura, donde babeé con los cacharros más super preparados que os podáis imaginar. Pickups hiper musculados, Jeeps con ruedas enormes y suspensiones inacabables, buggies… ya estoy jugando a la lotería para poder pasar una temporada allí con mis hijos, ¡como nos lo íbamos a pasar haciendo off road, rafting, barranquismo, y todas las animaladas imaginables para intentar romperse la crisma!.
Y las mega-caravanas y motor homes, y las Harley con remolques de coche, y los camiones largos como trenes… todo es grande allí!!
En fin que ha sido toda una experiencia que me gustaría compartir. Aquí os pongo una muestra de los sitios en los que hemos estado y poco a poco entraré en más detalle. Mientras tengo que poner orden a los miles de fotos y vídeos que tengo. Espero que os guste… aunque haya poca moto!!
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