Transibérica 2014. Primer día Maresme – Bagá.

Viernes 14 de marzo de 2014. Primer día: Maresme-Bagá: 206 km

Por fin ha llegado el día que todos esperábamos, empieza la Transibérica.

Tras cruzar España en todas las direcciones posibles, Portugal de sur a norte, recorrer el perímetro de Cerdeña y hacer montones de kilómetros por Marruecos, este año es un poco extraño. Entre problemas de trabajo y coincidencia con otras salidas vamos a ser menos que en otras ediciones. También será más corta de lo habitual ya que para ocuparnos menos tiempo hemos buscado un recorrido que nos permita salir desde casa en moto y que el regreso no sea excesivamente largo.

La idea es unir el Mediterráneo y el Cantábrico: Saldremos del Maresme y llegaremos a Laredo en Cantabria. Como siempre una ruta que será off road todo lo posible y para ello aprovecharemos unos antiguos tracks que Jou, uno de los integrantes del grupo, hizo hace años.

Los viajeros seremos:

Jou: Tenere 660
Edu: R1200GS
Pifa: R1200GSA
Albert: KTM1190R
Jaume: Tenere 660

Los tres primeros cubrirán todo el recorrido mientras que Albert y yo volveremos antes por motivos laborales.

Como podéis ver Jou y yo hacemos un poco de trampa con nuestras monocilíndricas, más ligeras que las otras tres aunque Albert y sus casi dos metros parezca que lleva una moto mucho más pequeña de lo que realmente es la KTM y Edu no le quede muy atrás con su GS. A Pifa no le hace falta más envergadura ya que la compensa sobradamente con su nivel de pilotaje, es el El Mestre (el Maestro).

El día es precioso cuando nos encontramos en una gasolinera a tomar un café antes de la salida. Sólo somos cuatro ya que Albert se unirá a nosotros por la noche en el hotel.

Los días previos han sido de nervios, sobre todo para Edu. Una avería que no había manera de encontrar en su GS parecía que le iba a dejar sin Transibérica. No quiero estar en la piel del pobre mecánico viendo la cara de Edu cada día cuando la moto seguía sin funcionar. In extremis la GS se puso en marcha ayer por la noche y todos lo celebramos, ojalá funcione sin problemas.

Llevamos muchas batallas moteras juntos y entre nosotros hay una amistad que supera el hecho de salir en moto, por eso esta es nuestra gran semana, pase lo que pase la diversión está asegurada. Sólo encontraremos a faltar a los otros transibéricos a los que mantendremos informados del viaje en todo momento (muy a su pesar… jejeje).

La primera parte de la ruta es la que menos nos gusta, los alrededores de Barcelona. Pistas que hemos hecho mil veces y mucho polvo, hace que tengamos ganas de acercarnos a los Pirineos lo antes posible. La ruta pasa por el Vallés, el Bages… al llegar al Lluçanés ya es más divertida, hay menos polvo y los paisajes son muy bonitos. El hambre aprieta cuando llegamos cerca de Olost así que es una buena excusa para parar en la Fonda Sala, un restaurante magnífico con dos ambientes, el del restaurante de nivel y el propio de la fonda con menú diario pero con una fantástica relación calidad-precio, que es donde comemos muy bien. Tras una sesión de fotos bajo una obra de arte que tienen colgada en la pared salimos a continuar la ruta. Esta Trans promete…

Acostumbrados a pegarnos palizas de 300 km, la ruta de hoy nos permite cierta tranquilidad y tomarnos las cosas con calma… una suerte tras lo que hemos comido. Aun así una vez hecha la digestión nos vamos animando, tanto que en una fuerte bajada con unas roderas muy profundas Jou se va al suelo. Al principio me ha asustado ya que ha quedado bajo la moto con la pierna atrapada y en una mala postura. Por suerte parece que todo ha acabado con un golpe en el hombro que esperamos no le condicione el resto del viaje.

Reiniciamos la marcha y al llegar al Bages empezamos a encontrar zonas de barro y también nieve helada lo que no hace tomarnos las cosas con más calma. Esa zona después de lluvia debe ser realmente complicada. Los paisajes son cada vez más bonitos, nos cruzamos con caballos y sus potrillos y el atardecer es precioso por lo que aprovechamos para hacer unas cuantas fotos y llegar al hotel de Bagá a una hora muy razonable para lo que es habitual en nosotros.

Entro en mi habitación y compruebo lo sucio de barro que está mi nuevo traje REV’IT Poseidón… primero meto una pierna en la ducha, el barro sale fácilmente, luego meto la otra pierna y acabo duchándome entero, si alguien me viera pensaría que estoy loco. Queda impoluto y como no se empapa espero que mañana esté seco.

Al bajar al bar del hotel ya nos encontramos a Albert, unas cervecitas y a cenar. Al acabar la cena empezamos con una tradición que no nos abandonará hasta el fin del viaje: los gintonics… vaya deportistas estamos hechos!