220 km
Memorable, hoy es de esos días que no se olvidan.
De nuevo nos hemos levantado con un día precioso. Tras un inicio un poco aburrido y mucho polvo a la salida de Huesca, la cosa se ha ido poniendo interesante con zonas más técnicas y algo de barro.
Nos hemos desviado a ver los espectaculares Mallos de Riglos unas paredes de roca impresionantes. Tras las fotos de rigor rodeados de buitres que parecian controlarnos, la pista ha empezado a ponerse interesante.
Hemos empezado una subida inacabable, diveritdísima donde han ido sucediéndose los piques de rigor hasta que nos hemos encontrado con dos arboles que cortaban el camino. La verdad es que nos da mucha rabia dar la vuelta así que mientras unos miraban como pasar las motos Albert ha ido a explorar altrenativas… y como siempre las ha encontrado en forma de subida impresionante hasta la cima de una montaña con unas vistas brutales. Un tramo de los que recordaremos siempre.
Tocaba bajar y nos hemos metido en problemas, en algún punto parecia que la cosa acabaria mal, hemos tenido que dar vueltas, explorar a pie y bajar algun punto realmente complicado pero al final lo hemos conseguido. Hay que ver la satisfaccion que da llegar de nuevo al track y no tener que dar media vuelta, es como una cuestión de orgullo personal.
Por la tarde la cosa ha sido más suave hasta que hemos llegado a unas pistas que invitaban al pecado, y como que somos muy pecadores hemos picado. Gas a fondo, cruzadas, derrapadas, piques y un susto de Edu, que no ha acabado en una fosa de milagro, ha hecho que volvieramos a tranquilizarnos hasta llegar al hotel en Sangüesa.
Mañana unos seguirán hasta Vitoria y otros ya tendremos que volver a casa después de comer…
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