Cada año nos juntamos unos amigos a hacer una calçotada. Como que somos muchos, se hacen varios grupos: los descerebrados, los cerebrados, los que van por asfalto… 😉 Hacemos una ruta off hasta un restaurante cerca de Reus, comemos, nos quedamos a dormir por la zona y regresamos al día siguiente también haciendo ruta. Ya es todo un clásico imperdible.

Este año fui con la Kove 800, en mi grupo quedé rodeado de cracks con sus Ténéré 700 súper preparadas… costó aguantar el bullying, pero la china y yo les plantamos cara 😀

Entre los compañeros de ruta estaba Jou, con quien hemos compartido mil rutas, con su flamante CFMOTO 450 MT.

Que Jou esté encantado con esta moto me tenía muy intrigado. Es un tío que ha tenido un montón de motos, y aunque me supera en promiscuidad motera (su garaje supera la mío de largo), tiene mucho criterio. Si a él le gusta la MT es que algo tendrá. Así que en un momento dado le pedí que intercambiáramos monturas.

Sobre el papel, no me parecía muy lógico un motor bicilíndrico de 450cc. Estos motores de poca cilindrada suelen ir muy bien si son monocilíndricos y son más simples y ligeros que un bi. Por eso me picaba la curiosidad probar la MT.

La verdad es esta CFMoto tiene muy buena pinta. Engaña su aspecto de moto grande, y los acabados no son para nada los de una moto de sólo 6000€. Tampoco lo son su electrónica muy completa, la iluminación full led… o las llantas tubeless que no equipan motos mucho más caras. Sorprendente!

Al subirme en ella, lo primero que me llamo la atención es la comodidad de su asiento. Jou lleva el alto opcional y es un sofá. Aun así, con mis 1,77 llego perfectamente al suelo y la impresión es que se pueden hacer miles de km sin fatigarse. La posición de conducción es muy buena, la pantalla se lee perfecto, el embrague es de mantequilla… todo encaja.

Una vez en marcha, por asfalto me gustó mucho el sonido del escape, de moto gorda. Sin ser un cohete acelera bien y parecería que se pueden hacer largos cruceros de 110 a 130 sin problema para el motor. Precisamente, dos de los compañeros que estaban en la calçotada, hacía poco que habían hecho un viaje hasta Croacia con dos MT y regresaron encantados. Cómoda, con su depósito de 17,5 litros y un consumo muy ajustado se pueden realizar grandes viajes, aunque para ir con pasajero el motor se debe quedar algo corto.

No es una moto deportiva, pero creo que en carreteras de curvas puede llegar a ser muy divertida gracias a ese motor tan voluntarioso y un peso relativamente contenido.

Lo único que no me gustó por asfalto es el tacto del freno delantero. Hay que apretar bastante fuerte la maneta de freno para detener la moto.

Luego nos metimos por caminos. No llegue a probarla en tramos complicados ni fui muy rápido con ella, pero creo que hice lo suficiente para tener una idea de cómo va esta moto por off:

Se nota más ligera de lo que és y da confianza. Sus 42 CV dan para mucho por campo, aunque no esperemos hacer caballitos o grandes derrapadas.

Muy bueno el detalle de poder desconectar el ABS y el control de tracción con un solo botón.

Lo que menos me gustó fueron las suspensiones, bastante justitas (pero ¿qué podemos esperar por 6000€?) y lo que más me decepcionó fue el tacto del acelerador. Yo pensaba que la Kove era on/off, pero es que la MT es aún peor. Me gustan los motores con una respuesta en bajos progresiva, que favorezca la tracción en el momento de iniciar la aceleración y ser yo quien gradúe el gas en cada situación. Parece que la maldita Euro5 hace que las motos tengan esa desagradable respuesta en el momento que insinúas dar gas y que hace muy difícil no ir a trompicones en zonas complicadas o rotas. Y la MT, aun siendo una moto de poca cilindrada no es una excepción.

El otro aspecto mejorable es el peso. Aunque es ligera comparada con la mayoría de motos trail y en marcha se nota ligera, su peso con todos los llenos ronda los 190kgs, prácticamente igual que la Kove 800 con menos de la mitad de potencia. Eso son 4,52 Kgs/CV contra los 2 Kgs/CV de la Kove.

En resumen, una moto muy agradable y polivalente, ideal para quien se quiera iniciar en el trail o para aquellos que ya están de vuelta de todo y quieren una moto que les ponga las cosas fáciles. Y desde luego, con una relación calidad/precio imbatible.

Ahora ya sólo ha de demostrar fiabilidad y buen servicio (como todas las marcas chinas) para ser un gran éxito de ventas… como ya está siendo.

¡Pero no acabará en mi garaje!, que más de uno ya me lo ha preguntado. De momento hay Kove 800 para rato 😉