6. Alpes 2014: Tercer día parte 1: Parpaillon y Jafferau

El día amanece precioso, fresco, limpio y soleado. Hoy va a ser un gran día.

Salgo de Boves en dirección a Jaussiers, cerca de Barcelonette, unos 100km hasta donde empieza el Parpaillon, a ver si por fin lo puedo pasar.

El camino hacia allí es en principio un poco pesado, hay mucho tránsito y se pasa por el centro de pueblos en pasos muy estrechos donde el tráfico se va alternando. Hay lugares donde los camiones apenas caben, y eso en una carretera que une Italia y Francia y por donde el tráfico pesado es abundante. Por suerte con la moto me puedo colar.

Me dirijo de nuevo al col de la Maddalena. Esta vez sí que lo puedo disfrutar, es precioso y muy divertido con unas paellas (aquí les llaman “tornanti” y las numeran) con buen asfalto que invitan a inclinar. Como que con los tacos no me puedo pasar las hago sacando el pie en plan supermotard y jugando un poco con el embrague gracias a lo cual mantengo el motor alto para salir más rápido de las curvas.

Me voy animando al ver que voy cazando a unas “R” que van delante mío, al final incluso me molestan. Decido no pasarlos, si yo fuera ellos y me pasa una 660 con alforjas y ruedas de tacos me vendía la moto… jejeje , así que paro a hacer fotos ya que las vistas valen la pena.

Sigo con mi “Tenere motoGP” hasta que llego al inicio de la carretera que va hacia el Parpaillon. Al principio está asfaltada pero pronto se convierte en una preciosa pista entre abetos que sube sin parar. Por fin se acabó el asfalto!! Mi querida y yo estamos en nuestro ambiente.

A medida que voy subiendo los bosques van desapareciendo dando paso a unos valles impresionantes. Paro a hacer fotos en uno al que hace años llegué con la moto de trial. Unos amigos míos veraneaban en Barcelonette y fuimos a verles con mi familia. Llevamos las motos de trial y con mi hijo mayor y mi amigo como guía hicimos unas excursiones de alta montaña por lugares en los que nunca hubiera dicho que se pudiera pasar en moto (aún sigo con la duda). Uno de ellos fue ese valle. A pesar de llevar depósitos auxiliares por la escasa autonomía de las trialeras no pude pasar de allí y desde entonces tenía ganas de llegar al túnel.

La pista sigue subiendo sin parar y atrapo a dos GS de las nuevas (parece que las regalen, hay montones de ellas por todos lados). Van cargados y con mixtos por lo que son presa fácil y me dejan pasar elegantemente.

Al final llego al túnel. Paro a saborear el momento, el día es espectacular, las vistas impresionantes y delante de mí tengo el famoso túnel del Parpaillon. Por lo que he leído hay que hacerlo con prudencia ya que muchas veces hay hielo en el interior, lo que añade épica al paso.

Llegan los alemanes de las GS y charlamos un rato, me preguntan más ellos por mi moto que yo por las suyas, la verdad es que no pasa desapercibida con tanta pegatina y esas suspensiones de cross. Me despido de ellos y me adentro en la oscuridad del túnel, que negro está esto!!. Por suerte los faros auxiliares de led hacen su trabajo y avanzo sin problemas. No hay épica, no hay hielo… mejor, no me gusta nada el hielo pero el agua y el barro son abundantes.

Al cabo de 520 metros llego a la luz, la verdad es que apetece llegar al final y más cuando las vistas son tan bonitas. Hay bastantes motos aparcadas, tanto de los que ya hemos pasado como de los que lo van a hacer y preguntan cómo está la cosa. Gente de diferentes países, motos de todo tipo, todos queremos saborear el momento y nos vamos preguntado unos a otros de dónde venimos y a donde vamos, es una de las cosas que me gusta de viajar en moto y sobre todo cuando te encuentras a motoristas en lugares alejados, siempre hay camaradería y ganas de compartir, sea la nacionalidad que sea.

Me quedo un rato charlando con ellos pero no puedo perder mucho tiempo, hoy tengo mucho que hacer. El descenso hacia Guillestre es muy bonito, tras varios valles preciosos con muchos saltos de agua empiezan de nuevo los bosques hasta llegar a la carretera asfaltada.

El track que tengo evita la carretera principal que lleva a Briançon y me lleva por carreteritas secundarias muy bonitas pero lentas por lo que las horas van pasando. No paro ni a comer cuando paso por Briançon y veo centenares de motos aparcadas en los restaurantes que hay en la carretera.

Al salir de Briançon la N94 que une Francia e Italia empieza una subida vertiginosa con “tornanti” que permiten unas vistas muy bonitas de la ciudad pero como que pasé el año pasado y voy a tener que volver mañana no me entretengo en hacer fotos. Paso la estación de esquí de Montgenevre y empiezo el descenso hasta Oulx. De allí sigo en dirección a Susa hasta encontrar el desvío a mano izquierda que me llevará hacia la pista del Jafferau.

Inicio la subida por la pista que ya conozco del año pasado. Esta vez puedo disfrutar de las vistas ya que aquella vez la niebla no me dejó ver gran cosa. Así estaba la cosa hace un año:

Así lo he disfrutado este:

Llego hasta el punto fatídico donde una valla me impidió continuar pero esta vez está abierta ¡BIEN!!. Paro a hacer unas fotos con mejor cara que la del año pasado.

2013:

2014

Sigo adelante, la pista es impresionante con enormes paredes de piedra a un lado y precipicios sin fondo al otro hasta que llego al túnel. Esta vez el túnel no es una línea recta sino que es en curva lo que lo hace aún más tenebroso. No hay nadie y la sensación de soledad es aún más intensa que en el del Parpaillon. Dentro parece que llueva, el suelo es como un río, resbala… se hace muy largo y da un poco de “yuyu” la verdad. Había leído en una web (http://www.dangerousroads.org/europe/italy/282-monte-jafferau-italy.html) que esta pista está considerada como extremadamente peligrosa y una de las más espectaculares del mundo. Por suerte lo primero no lo he experimentado pero puedo asegurar lo segundo.

Al salir la sensación de agobio se cambia por la de alucine, la pista va carenando por encima de los 2500m con las vistas más bonitas que se puedan imaginar a ambos lados. Merece pasarla con todo el tiempo del mundo para saborear cada rincón, cada panorama. Brutal.

Desgraciadamente tengo poco tiempo pero me prometo volver. Para recuperar el tiempo perdido ayer mi intención es llegar al Jafferau y de allí empalmar hacia el Sommelier para ir a dormir a la Valle Argentiera un valle que me Isaac Feliu, mi asesor de rutas por los Alpes, me ha dicho que es muy bonito y donde se puede acampar libremente.

Llego a la base del Jafferau, donde la pista sube de golpe hasta llegar a la cima. Una vez allí la sensación es la de poder tocar el cielo. La vista abarca los 360º, que pasada!!.

Aquí podéis ver el vídeo de toda la subida:

VIDEO PISTA DEL JAFFERAU

Mientras voy haciendo fotos oigo el motor de una moto que sube, es una KLR con una pareja. Cuando llegan hasta mí me fijo en que van vestidos casi como quién sale a comprar el pan. Me fastidia ya que me rompe el rollo aventurero ver a gente que se toma tan poco en serio eso de subir hasta el Jafferau. 🙂 Yo allí con mi equipo “pro” dispuesto a describir la hazaña en mi blog y me aparece una pareja que ni siquiera llevan botas, ¿será posible?.

Empezamos a hablar, son italianos, de Turín, Pierluigi y Marina, encantadores. Hace años que veranean por aquí y conocen bien la zona. Luego entenderé el porqué de tanta tranquilidad, son moteros empedernidos, también tienen una Triumph Tiger con la que hacen largos viajes y Pierluigi es trialero y endurero… todo aclarado, les perdono romperme el misticismo del momento, son de los míos!

Son más de las seis de la tarde. Aprovecho para preguntarles si creen que tengo tiempo de ir hasta el Sommelier y luego al Valle Argentiera a dormir. Pierluigi que lo ha recorrido todo en moto me dice que no podré, hay que hacer o una cosa o la otra. Me da mucha rabia no poder ir al Sommelier, el año pasado la nieve no me dejó llegar hasta arriba por muy poco y me han dicho que ahora sí que está abierto. Pero ellos me dan la solución. Me recomiendan que vaya al Sommelier y me quede a dormir en el camping de Oulx donde veraneran y tienen una casa. Intentan llamar al camping para asegurarse que haya sitio pero no hay cobertura. Al ver que el tiempo pasa me dicen que me vaya y que ya se ocupan ellos, si no hubiera sitio me llamarían. Me despido sabiendo que los volveré a ver esta noche, que suerte encontrar tan buena gente.

Inicio la bajada. Lo normal para ir al Sommelier es deshacer el camino hecho, llegar a la carretera, ir hacia Bardoneccia y de allí a la pista. Una vuelta enorme que no tengo tiempo ni me apetece hacer. Por suerte tengo un atajo que baja directamente del Jafferau al Sommelier por pista, me lo pasó Isaac Feliu (junto con el resto de tracks que tengo de la zona). El lo pasó con su GSA así que no tendría que tener problema en seguirlo.

No tengo ni idea de lo que me espera…

Continuará