Lista para la acción!

Otra vez a las andadas. Esta vez en un rally en Reguengos de Monsaraz en Portugal. 

Mis últimos recuerdos en un rally no eran buenos. Fue con la Ténéré 660 en Cuenca, en octubre de 2015 y en una caída me machaqué el hombro. Un año sin moto y secuelas que me quedarán para siempre tendrían que haber sido suficiente excusa como para no reincidir, pero tener una JVO perfectamente preparada y no correr ningún rally con ella me parecía un pecado.

Con los aparatos de navegación instalados

Últimamente he ido intentando apuntarme a alguna prueba de fin de semana -no me siento preparado para rallys largos- sin embargo o me coincidían mal las fechas o se anulaba la prueba. Pero hace poco un amigo me habló maravillas de los rallys del campeonato Portugués, de lo bien organizados que están y con roadbooks muy currados. Me quedan muy lejos de casa pero aprovechando el puente de diciembre me decidí a probar. Convencí a mi amigo Xavi y así el viaje se nos haría más ameno.

En este campeonato hay tres grandes grupos: Race, donde compiten los mejores, Promo que sería una categoría inferior y Hobby. Ésta última es diferente a las anteriores ya que no gana el más rápido sino el que comete menos errores. Penalizas si te equivocas, te saltas uno de los muchos stops que pone la organización (no son visibles pero los tienes marcados en el roadbook) o superas la velocidad máxima de los diferentes tramos (también en el roadbook). Es una buena fórmula para aprender a navegar sin el stress del crono y no hace falta estar federado. Sacarse la licencia para hacer una sola prueba es un pastizal injustificable así que me apunté a Hobby. 

Con las dos Yamaha cargadas en el Navara, el jueves por la tarde salimos hacia Portugal. Nos esperaban 1200km así que decidimos hacerlos en dos etapas para llegar más descansados. Paramos a dormir cerca de Guadalajara y al día siguiente llegábamos a Reguengos sobre las 4 de la tarde. Tiempo suficiente para dejar las cosas en el hotel, inscribirnos, descargar las motos y meterlas en el parque cerrado.

Dos motos caben perfecto en el Navara

Parada en Evora para almorzar

Hay que cuidarse

El buen trabajo de los organizadores ha hecho que ese campeonato esté muy consolidado, paseando por el parque cerrado encuentro a participantes ingleses, holandeses, incluso finlandeses!!. Algunos dejan sus motos en Portugal y vuelan desde sus países para participar en el campeonato portugués. Y es que cada vez es más difícil poder ir en moto de campo por Europa, somos una especie en vías de extinción.

En general las motos son enduros sin más preparación que los soportes para poner los aparatos de navegación. Para facilitar que se inscriba gente la organización diseña los recorridos con refuellings cortos, de esta forma no hace falta gastar en depósitos grandes o costosas preparaciones. Las únicas motos realmente de rally son la Honda de Paulo Gonçalves, dos Yamahas dakarianas (una de ellas la ex de van Beveren) y mi JVO. Lógicamente son las que llaman más la atención.

Dorsal 669. Bonito número

No es postureo, la alfombra es obligatoria

Preciosa la Yamaha oficial

Y que decir de la Honda!!

En el briefing

Poco a poco van llegando el resto de españoles y cuando estamos todos nos vamos a cenar en grupo. El ambiente es genial entre apasionados de las motos pero ya se va notando la diferencia entre los que se lo toman en serio (la mayoría) y los que no. Mientras los primeros aprovechan cada momento (incluida la cena) para ir pintando el roadbook, otros preferimos beber cervezas y hablar de motos. Pero todo tiene un precio y los que han hecho los deberes al llegar al hotel acaban de pintar en un momento y se van a dormir temprano mientras que a mi me queda todo el trabajo por delante. 

El recorrido del sábado son 300km de recorrido más unos 50 de enlaces. Eso supone un larguísimo roadbook de unos 16 metros de largo. Al cabo de una hora de pintar para estar solo en el kilómetro 70 me harto y decido que es más importante descansar. A dormir!. 

Y ese es solo uno de los dos rollos!!

A las 7 de la mañana ya estamos todos desayunando. A las 7.30 dan la salida al dakariano Paulo Gonçalves y su preciosísima Honda rally. Desgraciadamente Paulo sufrirá una seria caída tras la cual se le ha tenido que extirpar el bazo por lo que es duda para el Dakar. Mala suerte para el portugués, ojalá pueda recuperarse a tiempo.

Yo salgo de los últimos ya que esta es la última prueba del campeonato y primero van saliendo los que han participado en las otras carreras. Eso me da la oportunidad de disfrutar del paddock, hacer fotos y charlar con otros participantes. ¡Que diferencia de cuando competía en serio (en trial)!!. Esos momentos antes de iniciar la carrera siempre se vivían con intensidad y nervios, ahora en cambio solo hay diversión.

Amanece en el parque cerrado

Bianchi es uno de los buenos

Xavi listo para salir

Espectaculares los buggies

Ya le falta poco para salir

Preciosa 701 dakarizada

Pero no debo olvidarme que hay que poner el rollo de papel en el porta roadbook. Es todo muy troglodítico. En la era de las tecnologías eso de ir enrollando un papel parece cosa del pasado. Suerte que ayer me regalaron una pequeña manivela que me servirá para dar vueltas al rollo con más facilidad. Gracias F2r!!

La manivela de quita y pon para enrollar el roadbook

Me dan la salida. Los primeros kilómetros son de carretera hasta llegar a la primera especial donde tenemos que esperarnos a que nos vayan llamando por orden de dorsal.

Esperando mi turno para iniciar la crono

¿Donde están los nervios de la salida?

Por fin llega mi turno. El recorrido es rápido, por pistas y caminos sin dificultad. Voy entrando en calor y me encuentro cómodo con lo que voy subiendo el ritmo. Hasta que entro en un pueblo y me olvido del límite de velocidad que marca el roabook. No voy rápido pero es que tendría que ir a 30 km/h por lo que la baliza que me han fijado en el manillar se vuelve loca marcando el 30 con leds de color rojo. Eso quiere decir que me va a caer la primera penalización. Voy cabreado pensando en eso cuando me doy cuenta que me he saltado uno de los stops que hay en el roadbook. Ese es el problema de no haberlos pintado bien visibles como se debe hacer… esas cervezas nocturnas me van a costar caro. 

Dos penalizaciones seguidas… bueno mejor olvidarse de eso e intentar pasarlo bien. Pero entro en una carretera en la que según el roadbook no puedo pasar de 70… Es anchísima, podría ir mucho más rápido y a esa velocidad el trayecto se hace aburridísimo, a hacer puñetas con los límites de velocidad. Eso va a ser una constante del rally.

Por suerte se acaba el asfalto y vuelvo a pasarlo bien dando gas y adelantando a algunos participantes. Sin embargo esas prisas me van a penalizar mucho en la clasificación Hobby. Ir rápido hace que me pase algunos cruces y tenga que dar la vuelta (os recuerdo que en esta categoría gana el que se equivoca menos). También veo a pilotos parados que cuando tienen dudas esperan a ver por donde pasamos los que nos aventuramos a buscar el camino correcto. Si ven que volvemos por donde hemos venido entonces nos siguen. Es una forma de no penalizar por hacer más recorrido. Seguro que quedarán por delante mío pero prefiero divertirme a esperar parado en los desvíos.

Intento ir a mi bola y olvidarme del resto a pesar de que en algún tramo disfruto mucho yendo tras gente que navegan muy bien y a buen ritmo. La verdad es que los envidio. Llegan a puntos complicados de navegación y apenas dudan que camino tomar. Tienen una mezcla de práctica y sentido de la orientación que ya me gustaría. Pero tengo que olvidarme de ellos o nunca aprenderé así que me esfuerzo para despegarme de ellos y no tener referencias. 

Lo que está claro es que hay que ir a un ritmo que te permita interpretar el roadbook, recalar los kilómetros, mover el papel a la siguiente viñeta, memorizarla… cuando sobrepasas tu ritmo es muy fácil que te pierdas y ese tiempo no hay quien lo recupere, así que es mejor ir algo más lento y navegar bien que rápido y perderse… que es lo que hago yo. 

Pero es que cuando veo un camino que me gusta, me encuentro a gusto en la moto, hay un bonito paisaje… Me emociono, me desconcentro y dejo de pensar en todo eso de los dibujitos y la orientación para disfrutar de la moto dando gas. Lo cierto es que no le acabo de encontrar el gustillo a la navegación.

Sea como sea, menuda diferencia entre correr un rally con la JVO o con la Ténéré. En la WR tengo todas las botoneras bien a mano y la araña de aluminio hace que el roadbook quede alto y adelantado permitiendo una visibilidad perfecta. Los pulsadores y los Odocap de GZ Parts son precisos y se leen perfectamente. Lógicamente las dos motos no tienen nada que ver, mientras que con la Ténéré un error se pagaba muy caro y pasarse un cruce era una sangría de segundos para dar la vuelta, con la WR eso se salda con una derrapada y a la buena trazada otra vez. Así que en este sentido no tengo excusa posible por una mala clasificación.

Tras el refuelling del medio día el recorrido de la tarde es espectacular. Las lluvias pasadas han dejado el terreno de vicio. Tan solo hay que ir con cuidado con los numerosos charcos que cubren los caminos. Algunos de ellos muy profundos, como comprueba un participante que va delante mío y que paga su atrevimiento entrando muy fuerte en uno de ellos con una salida por las orejas espectacular, por suerte sin más consecuencia que quedar empapado. Luego nos metemos por la Serra da Ossa, una pequeña cadena montañosa con pistas preciosas y muy divertidas. Allí me desmeleno, me encuentro muy bien, completamente adaptado a la moto, concentrado y siguiendo el roadbook sin apenas cometer errores. La verdad es que cuando todo eso se conjuga la diversión es máxima.

La tarde me pasa volando y llego al final de la etapa cuando mejor me lo estaba pasando. Genial.

Primer día acabado!!

La Honda de Gonçalves con marcas de su caída.

Ya duchados y cambiados nos vamos al lugar en que nos van a dar el briefing del día siguiente. Es una destilería de ginebra que son patrocinadores del rally. Muy oportuno. 

Entre gin-tonic y gin-tonic nos explican las modificaciones que hay en el roadbook de mañana. Es importante estar atentos ya que puede suponer tener que recortar el roadbook que te han dado o incluso redibujar algunas viñetas. No hacerlo significa pérdida segura durante el recorrido. Pero sin haber comido y con lo ricos que están esos combinados no es fácil entender del todo lo que nos explican en portugués 😉

Luego nos vamos todos a cenar. En este caso es la organización la que monta la cena. Con todos los participantes allí de nuevo el ambiente es genial, lástima que la comida es espantosa.

Ya en el hotel esta vez no voy ni a intentar pintar el RB. He podido comprobar que me he perdido igual en los 70km pintados que en el resto así que ¿para que perder el tiempo?. Me limito a pintar en rojo los stops y los límites de velocidad y a dormir.

A las 7 vuelve a sonar el despertador pero ya hace tiempo que estoy despierto. Tengo ganas de moto. Los últimos meses he tenido muchísimo trabajo y apenas he podido montar, no es de extrañar que quiera aprovechar cada kilómetro que nos regalen por el precioso Alentejo. Lo que me sorprende es que a pesar de la falta de entreno me encuentre tan bien, apenas noto agujetas.

Empieza el segundo día

Xavi poniendo el roadbook

Alberto, el «culpable» de que fuera a Portugal. Un apasionado de los rallys

Fran (KTM) poniendo el roadbook. Los dos de atrás son Pedro (Husky) y Víctor (KTM)

Aún quedan hombres de verdad con motos de verdad

De izquierda a derecha: Pablo, Javier, Emilio y Marcos

En el inicio de la crono del segundo día

A punto de salir

Los primeros kilómetros del recorrido son muy incómodos por culpa de la niebla. Las gafas quedan llenas de gotitas de agua que impiden ver bien. Más tarde se despeja y puedo volver a disfrutar. Sobre todo de unas vistas espectaculares sobre el enorme embalse del río Guadiana. Allí hay una zona especialmente complicada de navegación siguiendo grados de la que seguramente me habría costado mucho salir de no haberme puesto a chupar rueda de Javi y Emilio que navegan muy bien. Gracias por acogerme chicos!!.

El resto del día no tiene mucha historia, lo que sí me impresionado ha sido un rato que he ido tras un buggy. ¡Como suenan!. Han de ser muy divertidos pero peligrosos al mismo tiempo ya que ocupan todo el camino.

Una serie de fotos que me hizo Fernando Ruiz durante la crono. Gracias!!

Los casi 200 km se me pasan rápido pero la verdad es que no los encuentro tan divertidos como los de ayer. Cuando llego al final ya está Xavi duchado, cambiado y con la moto a punto de subir al Navara. Que máquina!! Ha quedado segundo de la categoría Promo aún estando muy desentrenado. El resto de los españoles también en buenas plazas destacando a Marcos que creo que ha quedado tercero del campeonato en Hobbie.

En cuanto a mí como era esperar muy mal en la clasificación. Sin embargo me da absolutamente igual, lo más importante es haberme sacado el mal sabor de boca de mi última experiencia en rallys (accidente), probar la JVO (espectacular) y sobre todo acabar entero y divertirme.

Ya solo nos queda volver a casa. Por suerte Xavi es incansable y lleva el coche durante la mayor parte del camino. Mientras tanto yo voy pensando en lo que he pasado durante estos dos días.

Me he divertido mucho pero no más que en cualquier otra salida con mis amigos. ¿Compensa el esfuerzo de ir tan lejos para un día y medio de moto?. Por tanto, ¿me apetecerá volver a correr un rally?. No lo descarto pero lo veo difícil. La verdad es que no me motiva demasiado. La competición en si misma me ha dejado de atraer, lo hice mucho de joven y lo veo como una etapa pasada. Lo de los rallys ya lo he probado y la única razón para repetirlo sería si me gustara lo de seguir un roadbook, pero no es así. La mayoría de rallys me quedan muy lejos de casa… Por tanto veo pocos motivos para repetir. Nunca se sabe pero al menos ya lo he probado.

Muchas copas para los españoles

Y los trofeos de Xavi