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Como siempre me pasa cuando enfilo hacia casa tras un viaje en moto me levanto con una doble sensación, por un lado tengo ganas de volver a ver a la familia y por otro estoy un poco triste por acabar la aventura.

De todas formas se trata de disfrutar al máximo lo que queda. Me dirijo al Colle di Tenda. Mientras me voy acercando me pasan unos tíos muy racing con sus monos de cuero y motos “R”. Pasan sin mirarme, supongo que pensando que vaya rollo ir con un trasto lento como el mío.

Al cabo de poco los encuentro parados en el semáforo del túnel. Ese túnel se construyó para evitar tener que subir el larguísimo y tortuoso puerto de Tenda. El año pasado subí por la antigua carretera y es espectacular con cientos de “tornanti”, pero al estar en desuso el asfalto es casi inexistente. El problema de este antiguo túnel es que al ser muy estrecho deben dejar paso alternativo a los vehículos por lo que las colas en el semáforo son muy largas.

La cuestión es que gracias a ir en un trasto lento pero que se puede meter por pistas, esta vez soy yo el que los paso mirándolos con compasión. Mientras ellos hacen cola yo me desvío por la antigua carretera y subo hacia la estación de esquí que hay en lo alto del puerto.

A medida que voy subiendo el cielo se va tapando con una espesa niebla que me impide ver la vista. Por suerte al llegar arriba se va despejando y me regala con unos paisajes preciosos. Al llegar arriba me desvío por una pista sin asfaltar que me lleva primero al Fort de la Marguerie, una fortaleza que supongo es de la segunda guerra mundial ya que estoy en plena frontera con Francia. La pista es preciosa y va descendiendo hacia el Val Casterino, un bonito valle cruzado por un río y sus cascadas. Al llegar abajo el track se desvía de la pista principal para volver a subir. Como me indicó Isaac Feliu que es quien me pasó el track, esa subida es “interesante”.

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Ya lo creo que lo es. El camino está destrozado, con piedras y escalones enormes. Mientras subo dando saltos y sin poder despistarme ni un momento me imagino a Isaac y su GSA. Los “clonks” del telelever delantero de la BMW debían sonar en todo el valle!!. La verdad es que es muy divertida y exigente. Al final llego arriba, a la base del Peyrefique con unas vistas preciosas.

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A partir de aquí voy bajando en dirección a Tende hasta que en una curva estoy a punto de que se me coma un enorme 4×4 que sube a toda velocidad, que animal, por suerte voy despacio y me puedo pegar al terraplén o se me habría comido.

La bonita pista me lleva hasta Tenda donde empieza el asfalto que me ha de llevar hasta casa. Para que no sea tan monótono en lugar de ir hacia Ventimiglia tomo la D2204 hacia Sospel, una bonita carretera de curvas que me llevará hasta Niza, lo malo es que se pone a llover intensamente y con las ruedas de tacos no es nada divertido.

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Llego hasta la autopista y sigue lloviendo torrencialmente hasta Cannes donde por suerte sale el sol pero empiezan las colas de coches en los peajes. Al principio guardo cola educadamente pero al cabo de un rato de freírme al sol paso de los insultos de los de los coches y me cuelo descaradamente.

Van pasando los kilómetros de aburrida autopista, la cúpula de Christian funciona muy bien. A pesar de haberla acortado diría que noto menos el aire en el casco y por autopista eso se agradece. Al llegar a Arles decido acortar por la Camargue. Menudo contraste con las montañas que me han rodeado los días pasados. Aquí todo es plano, aun así es muy bonito. El resto del viaje ya no tiene historia, autopista y más autopista hasta llegar a casa.

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Llego cansado pero satisfecho. No he podido hacer todo lo que había previsto pero no me importa, ha sido fantástico. Mis dudas sobre si con la 660 se me harían muy pesados tantos kilómetros se han disipado. En la autopista es ruidosa y vibra pero lo compensa con su agilidad en las carreteras viradas. Y por pistas es fantástica, muy divertida. Es una moto realmente polifacética.

Otro viaje para el recuerdo, los Alpes me tienen enganchado, espero volver pronto para poder pasar por las pistas que me han quedado pendientes… y esta vez intentaré ser más prudente. 🙂